El Sistema del Chelo

 "El Sistema del Chelo" fue una sección de la 2° versión de nuestra página, aire fresco fue esta publicación recordada por muchos allenses.

El Sistema fue una revista que se inició en los años 80 en Allen.  El staff estaba compuesto por Marcelo “Chelo” Candia, Antonio “Tono” Parra, Enzo Campetella, Claudia Sepúlveda, Marcelo Yacopino, Dennis Rodríguez y Pablo Dorigo. El grupo fue cambiando pero siempre tuvo a Chelo Candia a cargo de las múltiples actividades que proponía la revista.

Según la Revista Ñ[1], El Sistema es la primera revista de historieta patagónica. Se publicó entre 1987 y 1993 y trajo, a nuestro entender, la novedad de contarnos durante una década, los pasos, divertidos y a veces dolorosos, de un pueblo que comenzaba a ser ciudad.  Las incursiones del Chelo y sus amigos en el día y la noche allense nos pusieron por primera vez a pensar las contradicciones, vicisitudes y encantos del sentimiento de ser un habitante de Allen. Las secciones, los temas, las historietas e incluso las publicidades, acercaban costumbres (y algún que otro lastre) de nuestro pasado a la década de los años 80, de grandes cambios, y planteaban, en clave humorística, las resistencias, los deseos y esperanzas que sentíamos a finales de siglo XX.

Articulo de la Revista Ñ

 “Al poder o al paredón!! Y cuando todo lo que deambula debe someterse, gústele o no, a un conjunto de reglas y procedimientos llamados sistema, aparece en Allen, como un brote casual de nauseabundos egoísmos agusanados, El Sistema.

También para someterse, pero tratando de crear ronchas justas en medio de los venticinco mil (o más) humanoides que habitamos en esta ciudad. Basta de caretonear! 

Si Uds. son actores, este será su escenario; si son poetas, desde acá partiremos hacia las nubes; si son políticos, nosotros seremos un medio; si son astronautas, nosotros seremos una buena venusina; si hay bronca, acá podrán desahogarse; si están en el chisme, nosotros pasaremos el dato; si son estudiantes, vayan al cole… y si no son nada, vengan y ceben mate. Detrás de El Sistema divaga un grupo de gente joven y piola que necesita de todos ustedes para mantenerse en pie… (esto es pura formalidad, por que la verdad es que, por mas tirados que estemos, vamos a seguir saliendo… así que a bancarnos!)

Al poder o al paredón es la consigna. Contáctense, juntos penetraremos esta sociedad frígida… La Gerencia” (El Sistema, 1987)

Así comenzaba, en julio de 1987, El Sistema número uno. Entre los temas que trataba este número estaba la problemática docente y para saber más entrevistaron a Gregorio Mendoza, Secretario de Unter por aquellos años.

El Sistema Año 1 N° 1

En su sección “Un Cacho de Cultura”, la revista señalaba que “esta vez va en serio el proyecto de hacer un Centro Cultural en Allen” ya que existía una comisión que se encontraba abocada a refraccionar un edificio ubicado en el predio del Hospital. Se planteaba realizar distintas actividades y se invitaba a participar en las reuniones de los lunes en el Salón Municipal. También informaba que la Comisión Pro-Museo lanzaba un concurso para su logotipo representativo.

El desarrollo de la cultura en la localidad fue una preocupación constante de la publicación. En este número entre otros temas, el Chelo iniciaba una historieta denominada “La Muralla”, que bajo el título “Confusión” reflexionaba sobre la incomunicación social que crecía en la ciudad. Cerraba el número con un pensamiento, que ya hacía ver a El Sistema como “rarus síndrome”.

-“No, hijo, no salgas…!

-Tengo que ir, vieja, no pasa nada… chau

Efectivamente la ciudad estaba distinta… diversos grupos discutían en las esquinas y se notaba un clima evidente de agitación e intranquilidad: Allen no entendía qué pasaba”

 (“La Muralla 1: Confusión” de Marcelo “Chelo” Candia, El Sistema 1987)

 

Otra problemática de planteo constante en la revista El Sistema fueron los Centros de Estudiantes. Allen era sede de la Fiesta Provincial del Estudiante y los distintos colegios secundarios habían comenzado a organizarse en una agrupación que los nucleaba: la Unión de Centros de Estudiantes de Allen (UCEDA).

También la política tuvo su espacio, aquí, bajo el título “Gente de Allen”. La revista tenía además una sección para los lectores. En este número Luis Fabero, Secretario de Prensa de la Comisión de Actividades Culturales, escribía un artículo en el que intentaba responder a la pregunta de por qué se destruyó la Capilla Santa Catalina. Otros espacios eran Un Cacho de TodoEl Sistema se confiesa, Tu tti fru tti, Las grandes preguntas de Allen, Se comenta…, Bohemia Azul, el crucigrama  y por supuesto, el Humoróscopo.

El cronista de El Sistema trataba nuevamente, el tema educación con una entrevista a Jorge Douglas Price, quien había estado a cargo del Ministerio de Trabajo de la provincia durante el largo conflicto salarial de los trabajadores de la Educación. Aseguraba entonces que “no era con las huelgas como íbamos solucionar el problema”. Una conciliación obligatoria de 6 meses había establecido que las partes lleguen a un acuerdo antes de fin de año.  También, entrevistaba a integrantes de los Centros de Estudiantes por la Fiesta del Estudiante y por la situación del Colegio Industrial. Además, interpelaba a los candidatos de los partidos políticos de la localidad camino a las elecciones de septiembre de 1987 e informaba sobre los problemas de los empleados del Hospital local.

"Partido Sistemático allense: Vote a nadie porque nadie cumplirá sus promesas, porque nadie se jugará por la democracia… y porque por sobre todas las cosas, nadie peleará con fervor por Allen". 

El Sistema año 1 N° 3

El N° 3 de 1987, que costaba sólo un austral, se venía con todo. Además de las promesas de Rodolfo Ducás que ya vimos, la revista traía el balance de Mario Beretta, a quien le preguntaron sobre un tema que aún hoy está pendiente: las viviendas. Beretta reconocía que era un tema “ríspido”, un problema que había preocupado a su gobierno por la poca cantidad de viviendas que se estaban haciendo en la localidad. Esto se debía, según Beretta, a que Allen era una de las ciudades:

“‘que no tenía un banco de tierra cedida al I.P.P.V cuando yo me hice cargo del primer municipio en 1983, en esa instancia Allen tuvo que salir a comprar tierras’. Allen, al igual que otros municipios de la provincia y el país no tenía dinero, entonces por ley del Senado, consiguieron tierras del Ferrocarril, donde se estaba haciendo el plan de Reactivación II, unas 150 o 160 viviendas, se compraron las tierras de Bagliani con un convenio que se firmó con el Fo.Na.Vi.”

Decía también que se habían cedido al IPPV, para hacer viviendas, las tierras enfrente a la maderera, más específicamente: “la primera manzana, a la izquierda, cruzando el canal por la calle Piñeiro Sorondo” (donde hoy está el Polideportivo municipal). También se tenían las tierras detrás del Barrio Santa Catalina y las del viejo matadero. Se estaban construyendo las “60” viviendas detrás de la Asociación Bomberos Voluntarios y se reconocía que las viviendas del Barrio Santa Catalina habían tendido problemas, pues quedaban en una zona baja y la humedad y el salitre hacían estragos en las construcciones.

Según Beretta, tanto este barrio como el Alborada carecían de cloacas cuando se construyeron, pero se estaban haciendo durante su gobierno. También daba cuenta de la situación de las Escuelas locales, que tenían muchos problemas edilicios. Incluso algunas no tenían baños ni calefacción. El problema era que desde el ‘83 el Municipio debió hacerse cargo de los establecimientos escolares aunque no le correspondía y, si bien recibían fondos de provincia, mucho se hacía con dinero municipal. ¿Y con el Hospital qué pasaba? La salud también había pasado en parte al control municipal y debieron destinar personal y fondos para arreglos de techos, calefacción, iluminación, baños nuevos, entre otros arreglos.

En este número El Sistema también entrevistaba al Presidente del Centro de Estudiantes del Colegio N°14 de Fernández Oro, quien informaba que la Unión de Centros de Estudiantes de Cipolletti había convocado a los estudiantes a movilizarse en repudio por las amenazas y seguimientos de alumnos dirigentes de Centros de Estudiantes. Los oradores habían sido Pablo Díaz, un sobreviviente de la “Noche de los Lápices” y un integrante del Centro de Estudiantes del Belgrano. Las persecuciones apenas comenzaban en la zona y, la cercanía de las elecciones, había acrecentado las denuncias de los estudiantes que en muchos casos preferían abandonar la participación en los Centros.

El Sistema no aislaba la información del contexto Nacional. Por eso, en este número en una carta de lectores, se hablaba de la Obediencia Debida. Además La Columna, trataba, una vez más los problemas de la educación. Y como en todos los años, en 1987, también llegaba septiembre, un mes significativo para el movimiento estudiantil. Los Centros de Estudiantes estaban organizando la 3° Fiesta del Estudiante: Roque Gómez había gestionado 1.000 australes de Lotería del Sur que se unían a lo recaudado en la tertulia de elección de la reina local para hacer un festejo más ambicioso.

La experiencia de UCEDA cristalizó la explosión de la participación de los jóvenes en el contexto de la vuelta de la democracia. Sin embargo, los ’90 golpearon fuerte al movimiento y no pudieron organizarse más. Incluso la organización de la Fiesta del Estudiante pasó a manos de una Comisión ajena a los estudiantes secundarios y hoy prácticamente no existen Centros de Estudiantes en la ciudad.

Marcelo “Chelo” Candia empezó a presentar nuevas historietas además de La Muralla. Así presentaba “Ciego de Bombas” que miraba el pasado, a los años ‘60, la Guerra de Vietnam y aquellos ideales que ya no estaban. Pero en “La Tercera Línea” el Chelo miraba el futuro y la “La Muralla 3” venía con “Supervivencia”.

También en aquellos primeros números, El Sistema contaba que una salida los llevó a “Allen-Rock”, una noche de rock and roll en el Salón Municipal, ubicación bastante llamativa para un recital de este tipo. El número terminaba con la historieta con la que había comenzado esta publicación y señalaba, no sin un dejo de orgullo, que:

“Cada vez hay más gente infectada por el rarus síndrome de El Sistema”.

¿Qué contexto nacional atravesaba estas páginas? Por un lado, en septiembre de 1987 había habido elecciones legislativas y provinciales, un verdadero triunfo de la democracia. Por otro, en abril había estallado el levantamiento de grupos militares que quedó para la historia como “Levantamiento de los carapintadas”, encabezado por el Coronel Aldo Rico. Rico, junto sus compañeros de la fuerza, tomó la Escuela de Infantería, reclamando una “solución” para los juicios militares. Lo de “carapintada” alude a la pintura que usaron los insurrectos para camuflarse ¿De qué? No se sabe, porque estaban en plena ciudad de Buenos Aires.

Una gran manifestación popular se agolpó en Plaza de Mayo y Alfonsín los mandó de regreso a sus hogares con un “La casa está en orden” y un tranquilizador “Felices Pascuas”. Pero en unos meses los argentinos nos dimos  cuenta de que no había ni orden ni tranquilidad: en junio se dictó la Ley de Obediencia Debida Nº 23.521, que estableció que los hechos cometidos por los miembros de las fuerzas armadas, durante la guerra sucia y el Proceso de Reorganización Nacional, no eran punibles por haber actuado en virtud de “obediencia debida”. Esta ley fue la hermana de la Ley de Punto Final, que se había aprobado el año anterior y que estableció la paralización de los procesos judiciales iniciados por el gobierno democrático contra los autores de las detenciones ilegales, torturas y asesinatos en tiempos de dictadura militar. Luego, Menem, entre 1989 y 1990, indultó a civiles y militares que cometieron delitos durante la dictadura. Unas 200 personas fueron indultadas. Evidentemente los tiempos cambiaban hacia un modelo que todavía se hace difícil explicar.

En el link siguiente podrán acceder al texto completo de la sentencia que condenó a los miembros de las juntas militares entre 1976 y 1983. Su importancia histórica lo transformó en un fundamental antecedente a nivel mundial: http://www.derechos.org/nizkor/arg/causa13/index.html

Por su parte, El Sistema N° 4  de octubre de 1987 intentaba dar cuenta de estas complejidades sin perder el humor. En su cuarto número publicaba “No somos el cuco”, entrevista al Comisario de Allen Alberto Lozada quien entre otras cosas decía que la policía de Allen tenía la función de prevención “por cuanto ha disminuido la cantidad de delitos… delitos de gran envergadura y se ha incrementado el índice de hechos descubiertos… de 37 a un 40 % y un poco más de casos resueltos y el restante sin descubrir”. En cuento a la preparación física en intelectual el Comisario aseguraba que solo se exigía un curso de ingreso (que se realizaba en Viedma durante 3 meses) y el primario completo. A la pregunta si Allen tenía problemas con las drogas el funcionario respondió que “No, datos concretos de que aquí circule droga no hay, comentarios hay, pero cuando uno empieza a investigarlos se desvincula todo, después tenemos la droga del pobre, el alcohol, en esto sí hay muchos casos”. Aseguraba, además, que era necesario identificar a las personas en la calle si no se la conoce y que eso “no tendría que molestar a la población”. Finalmente pedía a la comunidad de Allen “Que se acerque a la comisaría si vio algo, sin temor a que la policía sea el CUCO, la policía es el pueblo, para el pueblo, y sirve al pueblo, esa es nuestra función”.

El Sistema año 1 N° 4

“En nuestra época, año 2530, se descubrió una especie de cámara retrógrada capaz de retroceder en el tiempo… y mediante informes confidenciales históricos supimos que Allen progresó a partir de una destrucción total acaecida en el año 1987, sin datos precisos de la causa… bien. Y por otro lado, apareció una persona con una inaudita información; esa destrucción había sido causada por seres del futuro”

 Así finalizaba la historieta “La Muralla”. También, en esta edición, se publicaba la entrevista que Claudio Mozzoni de LU 18 le realizó a Chelo Candia, Claudia Sepúlveda y Pablo Dorigo. Allí los chicos contaban cómo nació El Sistema, cómo se acercaron a trabajar los restantes integrantes de la revista, cuáles eran las metodologías de trabajo, entre otras cosas. Chelo explicaba por qué la publicación fue bautizada así: “porque todo se basa en un sistema, desde lo más ínfimo… y nosotros tratamos de abarcar todo eso… todos los tipos de sistemas”.

 El Sistema recibía cartas de sus lectores. En esta cuarta publicación, nuevamente Luis Fabero daba su opinión sobre el gobierno comunal y la revista comenzaba a ampliar la información acerca de la situación de los Centros de Estudiantes presentando un informe de la Comisión de Apoyo a los Centros de Estudiantes de Cipolletti. Según esta Comisión había varios casos de estudiantes amenazados con intimidaciones y persecuciones pero “no se puede suministrar información, debido a la negativa de sus protagonistas, o por sus padres, por temor”. En la publicación aparecían 12 nombres de estudiantes de Cipolletti, Cinco Saltos, Neuquén, Gral. Roca y Villa Regina y las distintas formas de amenazas junto al tipo de denuncia realizada: policial, judicial y/o pública. Por esto se había realizado una masiva movilización de repudio en Neuquén que finalizó en el anfiteatro del Parque Central donde se realizó un recital de música popular organizado por las agrupaciones estudiantiles. Para ilustrar la situación, una historieta intentaba mostrar el problema que vivían muchos jóvenes de la región por participar en estos espacios. La revista concluía con una invitación a continuar participando en las reformas del sistema educativo, una crítica de “La Brigada del yo yo (autodesculturación)” y el “Se comenta que en Allen...”.

Las  ediciones de El Sistema se sucedían y también los años. A la publicación le costaba cada vez más salir a la venta. La crisis comenzaba a sentirse y el cronista señalaba en varias oportunidades que era difícil recuperar el dinero necesario para poder hacer las copias de El Sistema. Este “rarus síndrome” tenía una importante demanda y su editor mantenía un precio que lo hacía accesible, pero no alcanzaba para seguir saliendo con regularidad.

 De igual manera, El Sistema se mantuvo firme y con un número creciente de lectores. Pero llegaba el comienzo un año difícil: 1989. El 23 de enero, casi 40 militantes del Movimiento Todos por la Patria, bajo el mando de Enrique Gorriarán Merlo, tomaron el Regimiento General Belgrano de La Tablada, bajo el argumento de frenar un intento de Golpe de Estado que se gestaba por “carapintadas” al mando, ahora, de Seineldín, en complicidad con sectores del menemismo.

Las Fuerzas del Ejército retomaron el control de la unidad tras un enfrentamiento en el que murieron siete militares, un sargento de la policía y 28 guerrilleros. Los jóvenes del Movimiento fueron detenidos y luego condenados, pero con el correr de los días se comprobó que se habían efectuado ejecuciones clandestinas de militantes dentro del regimiento.

En febrero de este mismo año, el dólar se disparó y muchos corrieron a comparar esta divisa. El Ministro de Economía Juan Sourrouille renunció a su cargo y la inflación empezó a crecer. En sólo treinta días, hacia fin de año, llegó a un 50%.

Al compás de la crisis económica, la campaña electoral comenzaba ese 1989. La tapa del N°9 de El Sistema, presentaba a los dos candidatos, Menem y Angeloz, y lo titulaba “Usted… ¿Sueña con los angelitos?

Las elecciones se realizaron el 14 de mayo y Carlos Menem ganó en casi todos los distritos y tuvo sobrada mayoría en el Colegio Electoral. La transmisión del mando debía realizarse el 10 de Diciembre, pero los saqueos de supermercados en el Gran Buenos Aires, Rosario y otras ciudades desestabilizaron al gobierno de Alfonsín que ya no podía continuar. El 30 de junio Alfonsín renunció a la presidencia. Unos días antes, tras arduas negociaciones entre delegados del presidente y de Menem, se determinó, por primera vez en la historia del país, que el mandato de un presidente terminara 5 meses antes.

El contexto político-social se sentía en la región. En la ciudad, el impulso que habían tomado los medios con la vuelta de la democracia, se fue perdiendo. A fines de la década, sólo El Sistema se mantenía en las calles. Para ese entonces,  ya se había consolidado como un “rarus síndrome” y también como “ahuyenta mufas”. Entre otros temas, los integrantes de la revista señalaban que muchos decían que la publicación “tiraba mala onda” y así se defendieron:

“¿El Sistema bostea a Allen? Se ha dicho (nos han dicho) que EL SISTEMA bostea a Allen (que tira mala onda y que se yo). EL SISTEMA jura por Allen mismo que no es así (…) El Sistema es simplemente eso: un sistema…”

En Las Grandes Preguntas, la revista planteaba cuestiones que aún hoy no tienen respuesta. En otros casos, la incógnita quedaba para la historia: “¿Lee alguien los carteles municipales?”, “¿Volverán los domingos de plazoleta?”, “¿Qué pasó con el movimiento Vecinal Allense?”, “¿Los Centros de Estudiantes funcionan sólo en septiembre?”, “¿Hubo déficit de belleza, de guita, de colaboración o de ganas al no mandar representante allense a la elección de la Reina de la Manzana en Roca?”…Preguntas que se formulaban los chicos de El Sistema,  y que sumaban también a otras irónicas sobre los yuyos en baldíos céntricos, el proyecto del anfiteatro anunciado en el diario Río Negro, las motitos con conductores imprudentes, el estado de la bandera del municipio y de los accesos a Allen... El Sistema se preguntaba, buscaba respuestas y algunas veces las encontraba. Cuando no era así se planteaba la cantidad de “rarezas” que “Allen City” tenía, pero reconociendo siempre que la “re-onda verdadera está en Allen”.

El Sistema año 1 N° 5

En “Tirando la lengua” se entrevistaba a los candidatos para la intendencia por el Partido Justicialista, Digno Diez, y por la Unión Cívica Radical, Salvador Verani. Ante la duda de “¿A quien vas a vota el 14 de mayo?” El Sistema fue a ver a los candidatos para ver si “alguno de los dos ganaba nuestros votos (o los dos los perdían)”. Digno Diez, luego de contar su trayectoria política y los avatares de su gestión como Concejal del Justicialismo (entre 1983 y 1985), planteaba resolver la deuda pública municipal y convocar a gente de distinto signo político “Yo voy a llamar a quien considere necesario, no solo desde el punto de vista técnico, sino humano…”. Consideraba también que los jóvenes “son los referentes para comenzar cualquier cambio en la localidad. Pretendemos que los jóvenes tengan un lugar público de reunión, que tengan un anfiteatro donde expresarse”. Además de explicar el tema del Barrio Progreso, aquel barrio para el que había solicitado la expropiación de 13 ha. pero que por “un tema político la provincia expropió 33 ha. Hete aquí la cuestión ¿Por qué? Por los espurios intereses políticos, nada más. Si el gordo Digno dijo 13, yo, Beretta, en conveniencia con otros amiguitos míos se pusieron de acuerdo y dijeron: vamos a reventar al gordo Digno, vamos a pedir 33, si es una joda y eso hicieron, te lo juro, por mi hija, eso hicieron”.

Por otra parte, Salvador Verani “después de asegurarse qué era lo que le íbamos a preguntar exactamente” contó al cronista a qué se dedicaba y que su llegada a la política fue a pedido de algunos afiliados de la UCR que pensaron que “yo podría ser un candidato aceptable para la intendencia de Allen”. Consideraba que la localidad estaba en un “aletargamiento”, que luego del gobierno de Beretta “que fue una excelente intendencia”, el endeudamiento del municipio creció de un millón novecientos noventa mil australes y “casi 3 millones o 3 millones largos para recaudar, y en ese momento, según el diario tenemos un municipio que esta endeudado en más de 30 millones de australes y con 7 u 8 para recaudar, entonces yo creo que los 4 años de gobierno radical, después de toda la obra hecha, realmente ha sido un buen gobierno”. La solución para Verani pasaba, entonces, por mejorar y sistematizar la recaudación de impuestos, inaugurar la escuela 79 de La Costa, construir 212 viviendas para 1990, (unas 80 por convenio con Magisterio y 65 con FONAVI), entre otras propuestas. Los jóvenes también eran prioridad para el candidato “Yo siempre me he entendido bien con ellos, en la lista que va conmigo entre los 5 primeros concejales hay 2 chicos jóvenes, como lo son Jorge Espinoza y Graciela Brevi así que yo creo que la juventud en general va estar representada en el concejo”.

El Sistema año 3 N° 11

“‘Paso a Paso’ informa que el estado de sitio en el país se levantó hace semanas… aunque en Allen siga eternamente vigente”, decía El Sistema de julio de 1989 y lo explicaba con un dibujo de un Allen de calles desiertas, primera viñeta de una historieta que se adentraba en la dramática realidad que vivía el país en aquel mes del traspaso de gobierno a un tal Saúl Menem.

Cuando El Sistema cumplió dos años, confesaba que salía gracias a la impresión “clandestina” en una fotocopiadora, porque los dueños desconocían que se imprimía allí. También sostenía que había sido muy criticada (“2 ó 3 nos quisieron hundir”) por la directora del Colegio Industrial, preocupada por la veracidad de un artículo, pero que no había podido prohibirla como lo había hecho en 1986, cuando los responsables eran alumnos del colegio e intentaron editar una revista.

Este nuevo actor, que desde el 87 participaba en la sociedad allense informando críticamente sobre la vida cultural y política de la ciudad, no podía pasar inadvertido y Allen comenzó a reaccionar ante este “rarus síndrome” que incomodaba a muchas personas.

Y la revista lo sabía. La ciudad “muestra la hilacha o se identifica y rotula a El Sistema de violento y depravado”, pero “cada vez, la gente lo compra más: una ironía involuntaria. La radio y la TV acuden a nuestra redacción, salimos en canal 10 y en LU 18, donde Claudio Mozzoni nos hace una extensa entrevista en su programa radial”, decía El Sistema en su número aniversario.

Así, a pesar de algunas voces indignadas, El Sistema gozaba de muy buena salud, continuaba denunciando las persecuciones a los estudiantes militantes de los Centros de Estudiantes de la región, y señalaba, nombres, apellidos y fecha en la que 12 estudiantes habían sido amenazados. También entrevistaba a la policía que a su entender tapaba “misteriosamente” los hechos y daba una autodefinición que sintetizaba claramente lo que hacían: “El Sistema contra el Sistema: lucha sin fin…”.

Así y todo su desarrollo no estuvo exento de tropiezos. Durante su primer año ya llegaba a Fernández Oro, Cipolletti, Viedma, Roca, pero a comienzos de 1988 El Sistema no se publicó: “La gente aclama su regreso y se moviliza tanto como lo hizo para que no hicieran bolsa la capilla Santa Catalina (¿me entiende?)”, decía en la edición que lo trajo nuevamente a la escena meses más tarde. Así, se decide hacer tiradas sólo para Allen.

El primer número de 1989 se agotó en tres días. El siguiente salió dedicado a rescatar la identidad de Allen como pueblo. Sus “grandes preguntas” fueron respondidas “en acciones y en palabras” y en este número “de festejo” hizo un llamado, apagando dos fósforos festivos y con una tapa que lo decía todo sobre la situación económica que vivía el país.

Corrían tiempos difíciles, sin embargo El Sistema proponía imaginar junto a John Lennon y en “Punto G” animaba a no desesperar. Frente a la crisis económica en Allen se implementaba un plan de emergencia para personas de escasos recursos. Reinaba el estado de sitio en el país pero “ni nos enteramos, acá seguimos con nuestra vida normal”. Pero algo había cambiado, “por ejemplo, la yerba se sustituyó por perejil picado, y se deja secar para usarla hasta 3 veces; los perros que antes husmeaban entre los tachos de basura, ahora andan con miedo de encontrar alguna trampita por ahí y transformarse en carne pa’ chorizo. Han salido las nuevas mini heladeras con manija con combinación secreta completamente blindadas a prueba de dinamita. Angelo Paolo sacó al mercado una serie de perfumes con fragancia a salsa, milanesa, estofado, aceite, grasa, cebolla, ajo, mondongo, asado, atún, riñón, etc. para usar en la calle y hacerse el agrandado”. También daba algunos “Consejitos que un ama de casa debe conocer” y volvía, una vez más, a “tirar la lengua” al comisario Alberto Lozada quien decía que “La policía se está ofreciendo permanentemente, aunque no la vean”. Decía, además, que sufría falta de personal y de vehículos por la restricción de partidas por parte del gobierno provincial. Sostenía que para solucionar la situación “hemos largado una campaña de socios protectores… y el eco que hemos tenido es muy ínfimo, muy pequeño”. Se recordaban algunos casos como el tiroteo con los hermanos Maripil en el 85 y el caso Burgos, joven asesinado en el Barrio Norte, una causa que estaba en tribunales y que con “las pericias efectuadas en el gabinete criminalístico, con las medidas que hemos recopilado nosotros, quien va a disponer va a ser la justicia en definitiva”.

El Sistema año 3 N° 13

En el N° 13 de noviembre de 1989, Rodolfo Ducás accedía a una entrevista y decía sobre su propio gobierno que “Fue una tarea ardua sobre todo por la herencia que habíamos recibido”. Además, El Sistema seguía formulándose “Las Grandes Preguntas”, para finalmente “Pasar el Dato”: se realizaba el VII Encuentro de Estudiosos del Folklore, Artesanías e Indigenismo con el lanzamiento oficial de una recopilación de música mapuche y Graciela Genga presentaba “Suave como un beso” en las instalaciones de la sede del Club Unión Alem Progresista.

El N°14 de diciembre de 1989 entrevistaba al ganador de las elecciones municipales, Digno Diez, quien hablaba de algunos temas como la deuda municipal, la situación en el Concejo Deliberante, la inserción de la juventud y los nombres de su gabinete. A continuación, otros artículos que traía este número en plena crisis.

La era de la boludez 

Salir a asustar te protege más

en esta la era de la boludez

beso y cachetazo que es real?

tata dios sin mate mochila genital

Galopera, paranoia, cleptocracia..

Grita el argentino.

Salir a asustar te protege más

en esta la era de la boludez

risa de canasto sin infancia esta

carpa pasajera la esperanza va

galopera, paranoia, cleptocracia…

Grita el argentino.

-Divididos.

Y así, entrábamos en la recta final del siglo XX. Llegaba 1990, que en Allen según El Sistema, traía un verano con variadas posibilidades de “entretención” y algunas “Grandes Preguntas”. En “Documentos, por favor…”, Chelo contaba su encuentro con la policía allense.

“Es sábado, una de la madrigada. La noche está en pañales. Delante de ti hay tres policías que pueden ensuciarte esos pañales. Dos boinas de la Infantería de Roca y un gorrita local. Te encara el de la boina, vos entregas tu DNI sin ninguna historia. Te pregunta nombre, edad, dirección, todo lo que está escrito en él. Respondés. Te mira el perfil, frunce el ceño.

-¡Levántese el pelo de la oreja! – interviene el policía local, sin observar la foto.

Lo hacés, informándole en tono cordial que allí tenés el pelo sobre la oreja como ahora.

- Nadie le preguntó – Te dicen, fracturando tu comentario, recordándote quien manda y quien debe callarse y respetar (…)

- ¿Tiene algún problema? – dice el policía local, otra vez al ataque, buscando que digas si o te rebeles para ganarte la partida y mostrarte con hechos que el de pelo cortito, uniforme, botocos, arma y gorrita tiene poder absoluto sobre el de pelo largo, vaquero parchado, zapatilla, paz y pañuelito hindú. Le contestas que no, por supuesto… ¿Qué le vas a decir? ¿Qué si? ¿Qué tenés bronca por la agresividad y soberbia que manifiestan, y que buscan de todas formas para joderte?. No. Callás por miedo. No querés que cague la noche. Te callás como los argentinos debieron callar no hace muchos años…

- ¡Míreme a los ojos cuando me habla! – Te sigue buscando. Lo mirás a los ojos y le volvés a decir que no tenés problemas. Mentiras. Tenés unas ganas febriles de aclararle algunas cosas a este joven policía que quizás hasta tenga tu misma edad. Y es de Allen, convive con vos todos los días, claro… el representa la Ley… ¿sabrá él que la Ley representa Tu Seguridad?.

- ¡Tire el cigarrillo! – Te vuelve a decir… ya es el colmo. Estás en plena vía pública. Aflora un porque de tu lengua reprimida, solo para que te exponga un argumento válido.

- ¡Porque yo se lo ordeno!”

La situación continúa, el policía le golpea la mano donde tiene el cigarrillo y el policía local lo pisa, pidiendo además que se quite las manos de los bolsillos. La órdenes continúan hasta que deciden que se vaya: “Ya te recordaron quienes tiene el poder, quienes mandan (…) Agarras tu DNI y te vas como corderito, sin chistar ¿Qué vas a hacer?”.        

El Sistema también contaba que por aquellos tiempos había 148 viviendas a punto de entregarse y llegaba una casilla rodante para servicio de salud, con capacidad para 10 personas, para destinarse a los sectores periféricos de la ciudad, especialmente canteras y escuelas rurales. Comenzaba el VIII Encuentro de Estudiosos del Folklore, Artesanías e Indigenismo; se editaba el primer periódico barrial en el barrio Colonizadora del Sur realizado por niños de 11 años y coordinados por la Secretaría de Bienestar Social, Cultura y Prensa del municipio; aparecía la FM Satélite. Las fotos de los Intendentes locales que se exponían en las paredes de la Municipalidad, habían sido retiradas y tan bien guardadas que terminaron abandonadas y expuestas a humedad, debajo del escenario del Teatro. El Sistema señalaba que ahora eran “manchones en delicados tonos azules, grises y verdiaguas, de neto corte surrealista”.

El Sistema decía estar cansado, entre otras cosas, de “La lambada”, ese baile brasilero que se había popularizado en aquellos años pero, en realidad, el escenario musical argentino había cambiado con la vuelta a la democracia y, fundamentalmente, después de la Guerra de Malvinas. El enemigo inglés acrecentó el nacionalismo y la música nacional, en especial el rock, comenzó a ser una prioridad en los medios de comunicación y en los recitales. Así grandes y pequeños conciertos se sucedieron en distintos centros urbanos del país. También la música latinoamericana tuvo un lugar y algunos tuvimos la suerte de verlos: Silvio Rodríguez se presentó en la ENET (Colegio Industrial) de Neuquén y Los Quilapayún tocaron en el Club Independiente.

El Sistema año 3 N° 14

En Allen, las bandas locales ya incursionaban por distintos espacios nocturnos. Pero en los ‘90  los escenarios fueron cambiando: la crisis no perdonó y muchos espacios se cerraron.  Los jóvenes, una vez más, perdieron lugares de encuentro y “la movida” volvió a instalarse en otras ciudades cercanas. Así aparecieron los colectivos que llevaban a la juventud de la época a  boliches de la zona.

En este número también se entrevistaba a Ulises Gentile, Presidente del Comité de la UCR.

Este número de mayo de 1990 traía un dossier por los 80 años de Allen. Allí se publicaba “Un cacho de historia”, “Rarezas de Allen City”, “Guarnieri: El barrio de las historias prohibidas” y un “Allen al alcance de su bolsillo”.

Pero El Sistema no fue el único medio que se ocupó de dar su perspectiva. La nueva década trajo nuevas voces. Así, en julio de 1990 apareció Allen, Jardín del Valle. Esta publicación de distribución gratuita tenía la dirección y redacción de Eduardo Mombello y Andrea Paz. Entre sus colaboradores se encontraban Dante Boela y la Directora del Hospital, Dra. Angélica Cores.

Trataba temas económicos como la producción local y en su segundo número señalaba que en la temporada el Mercado Concentrador había introducido modificaciones en su accionar. Había establecido precios fijos en la zona de producción y, para transparentar su accionar, informaba precios y volúmenes operados, así como también realizaba control de calidad. Esto y otras medidas permitían que quienes operaban con el Mercado Concentrador se vieran beneficiados.

En el año de la fiebre por descuido del señor llegó el que no tiene tiempo el diablo más veloz arrastrando los pies.

(Fanfarria del cabrío – Patricio Rey y los Redonditos de ricota)

 

Tiempos difíciles los ‘90, tanto que la palabra “crisis” ingresó al vocabulario de todos y, con el tiempo, su uso se hizo cotidiano para explicar cualquier problema: crisis económica, crisis educativa, crisis personal, “estoy en crisis” y el remanido: “es la crisis”. El mal humor se apoderó de la sociedad y el pesimismo fue una especie de nueva religión con muchos adeptos que sólo se calmaba cuando, al llegar a casa, nos encontrábamos con nuestro mejor amigo: el televisor.

El Sistema año 4 N° 15

A partir del éxito de Seis para Triunfar y de Hola, Susana a mediados de los ’80, la televisión de entretenimiento con concursos impulsó un fenómeno que en los ‘90 llegó al tope de las mediciones. Juegos, premios, teléfono y anunciantes desató una fiebre lúdica que definiría buena parte de la estética de la televisión del período.

La irrupción de los holdings empresariales determinaría un cambio sustancial en la forma de producir televisión. Del modelo patriarcal de los ‘60 y ‘70 se pasó al imperio de la ley de mercado, donde la competencia terminó siendo la única razón de ser de los contenidos. Fueron tiempos de la masificación del Cable y lentamente de Internet, que modificaron profundamente las estructuras comunicacionales.

 

Circo beat, circo beat todo el mundo juega aquí en el circo beat. circo beat, circo beat rayos y culebras en el circo beat. Casi todos tendrán un instante en su touch de gloria llegaremos en jeep, llegaremos a la ciudad...

(Circo Beat - Fito Paez)

 

El nuevo clima cultural promovido desde el poder político menemista, que sacralizaba la frivolidad como valor supremo, encontró en la televisión una caja de resonancia insuperable y un aliado irreemplazable. A la Cama con Moria, Videomach, La TV Ataca, Grande Pá, Fútbol de Primera, Tato Bores con Good Show, La Banda del Golden Rocket, Juana y sus Hemanas, Nueve Lunas, Zona de Riesgo, Cha Cha Cha, Mi Cuñado, Los Machos, Nico, Más allá del Horizonte, PNP (Perdona Nuestros Pecados), Poliladron, Perla Negra, Chiquitita, Caiga quien Caiga, El Rayo, Peor es Nada, Fax, El Otro Lado de Fabián Polosecki, Mediodía con Mauro, Mi familia es un Dibujo, Día D, Sorpresa y 1/2, Gasoleros, Televisión Abierta, Muñeca brava y otros, fueron programas que, con algunas novedades, terminarían cambiando los criterios estéticos y conceptuales del medio.

El Sistema año 4 N° 16

Estos cambios modificaron la vida privada, los ritmos hogareños, el lenguaje, el tiempo libre y la moda perdiendo al público que buscaba calidad y ganando masividad en un público menos exigente: “¡Divina TV Führer mi amor!” (Patricio Rey y los Redonditos de Ricota).

El Sistema año 4 N° 18

En este contexto de cambios culturales, El Sistema empezaba así su número 18 de 1990: la realidad argentina, una “Polaroid de Locuras Ordinarias”. También homenajeaba a “La Calle”, ese espacio de “incontable sabiduría que no te la enseña nadie”,  también ofrecía un lugar para que los lectores hablen: Graciela Genga, Pablo Rey, Juan Annocaro y otros.

Una vez más, El Sistema cubría la VI Fiesta del Estudiante, organizada por la Unión de los Centros de Estudiantes y, según el cronista, “auspiciada por mongo”. Era su forma de señalar la total falta de apoyo. El número también incluía Las Grandes preguntas como “¿Que pasó con el traslado de los restos de Don Piñeiro?, ¿Ser Boy Scout significa elegir “por una mejor vida”?, ¿El que no es Boy Scout tiene peor vida?, podrían volver las peatonales ¿no?. En Las Bolas que se Corren la publicación aseguraba que el Encuentro de Estudiosos de Folklore, Artesanías e Indigenismo “se perdió, nomás”. Un informe de Annocaro, Director de Cultura, decía que las condiciones para realizar el VIII Encuentro “no están dadas” dado que la convocatoria para participar no tuvo respuesta por parte de las personas que tuvieron a su cargo la organización en ocasiones anteriores

“No pegue, don… Yo voy a ser mejor, don… ¡No pegue, don! ¡Doooon!”

“¿De qué se queja, don? ¿Eh…? ¿De qué?. Esto de un mal año nosotros se lo batimos en El Sistema N° 14 (¡hip!) de diciembre del 89.

El 2 de agosto de 1990 se iniciaba la Guerra denominada “del Golfo” o también “Operación Tormenta del Desierto”. Se trataba del rimbombante nombre que bautizaba a la campaña dirigida por Estados Unidos para “liberar” a Kuwait de la invasión de Irak. Argentina fue el único país latinoamericano que participó en la guerra. Esta decisión nos costó caro: en 1992 se atacó la Embajada de Israel y en 1994 la AMIA (Asociación Mutual Israelita Argentina). Además, en 1995, murió trágicamente Carlos Menem jr, el hijo del presidente. Si bien el caso fue cubierto por una nube de confusión que lo pintó  de “accidente”, informes de peritos en 2010 aseguraron “con un 90 por ciento de certeza” que fue un atentado (La Nación, mayo, 2010).

El Sistema año 4 N° 19

En este contexto de violencia, la situación para la oposición y aquellos que investigaban la corrupción del gobierno se hizo difícil. El cineasta “Pino” Solanas sufrió un atentado por sus denuncias contra el gobierno; José Luis Cabezas fue asesinado por su foto al empresario Yabrán; Mauricio Macri fue secuestrado. También hubo resonantes hechos de corrupción (los frigoríficos del ex diputado Samid, las valijas de Amira Yoma, el caso Yabrán,  la Aduana paralela, Yacyretá, el “diputrucho”, el caso IBM-Banco Nación, las jubilaciones de privilegio, etc.) y la moneda se devaluaba, una vez más. Durante el gobierno de Menem, el clima de violencia era cotidiano, pero los medios no lo reflejaban.

Hace muchos años un hombre soñó,

un imperio, un imperio muy grande.

Tenía buena cara y no paraba de hablar,

con el hombre más odiado y querido del lugar.

Soñaba tener un jardín florido con la patria de México al pie,

con hermanos de toda calaña y en el sueño gritaba:

"me hundo, me hundo, me hundo".

(Tercer Mundo – Fito Paéz)

En el invierno de 1991 salía El Sistema N° 21. Recordaba que un 9 de julio de 1987 había nacido la revista y señalaba: “ El Sistema era extraño, fue al frente … y la carrera comenzó tan rápido que nos agarró desprevenidos. Nos criticaron en la calle, alguien nos quiso mandar a su abogado (fuera de joda), algunos docentes nos prohibieron en sus aulas, otros nos leyeron para todo el curso (…) Muchos se morían por saber quién nos dirigía políticamente, quién nos orientaba o nos “garpaba”… en fin… conocimos mucho más a la sociedad”. Y ese año la revista se hizo “estacional”, es decir El Sistema saldría, a partir de ese invierno de 1991, según las estaciones del año.

El Sistema año 5 N° 21

En esa oportunidad se presentaba, además, la Crónica Negra de Allen, un rastreo de mitos y leyendas, de secretos que podían encontrase en puntos exactos de la ciudad. Allí estaban la historia de Manzaneda, rumores de infieles, de árboles regordetes enamorados en la plaza, de semáforos poseídos, listas de servicios y pájaros “micaelos” de vuelo nocturno.

En 1992 el N°23 de El Sistema se paseaba por la noche allense que “parecía” no ser demasiado divertida sin embargo, decía con justa razón, que “la diversión no viene sola. Hay que ir a buscarla” y así se lanzaban a la carga (Ver El Sistema del Chelo en www.proyectoallen.com.ar). Además informaba que Allen había estado representado en V Festival Latinoamericano de Teatro realizado en Córdoba por Graciela Genga con la obra “Suave como un beso”.

La movida cultural en Allen crecía. En el Mercado de Orell y Mitre (Hoy Supermercado Bomba) músicos, coreutas, gente del teatro, del museo, titereteros, plásticos, fotógrafos, estaban trabajando para abrir el Centro Cultural Allense.

El número traía una investigación interesante sobre un tema que molestaba (y aún molesta): el uso de preservativos. Tocaba paralelamente el tema del SIDA, que había llegado para quedarse, demostraba con testimonios que en ambos temas había muy poca información.

Tu tiempo es un vidrio

tu amor un fakir, mi cuerpo una aguja

tu mente un tapiz.

Si las sanguijuelas no pueden herirte

no existe una escuela que enseñe a vivir.

(Sábado – Serú Giran)

 

En aquellos días se había realizado la VIII Fiesta Provincial del Estudiante y, como siempre El Sistema  denunciaba que se había trabajado con muy poco apoyo institucional y de la comunidad, con pocos alumnos  y que la transmisión televisiva de Canal 10 que había dejado mucho que desear: “Estos destruyeron toda la organización del evento mayor de la fiesta: la noche de la elección (el domingo). Cambiaron todo a su gusto y ajustaron el programa a sus horarios de programación”.

Además, el 16 de septiembre se recordaba La Noche de los lápices. Los alumnos del Bachiller habían organizado el acto en el Municipio, en un salón muy deteriorado, incluso el Intendente dudaba que allí se pudiera realizar algún espectáculo. Pero, por suerte, todo había salido bien.

En 1992 jóvenes rionegrinos se reunieron en Allen por el Primer Congreso Provincial y propusieron la implementación del 16 de septiembre como feriado Nacional y Día del Estudiante en conmemoración a lo acontecido ese día de 1976 en La Plata y recordando la denominada “Noche de los lápices”. Esa noche fueron secuestrados de sus domicilios por Fuerzas de Seguridad siete estudiantes secundarios que habían formado parte de una campaña pro-boleto escolar. Solo sobrevivió Pablo Díaz quien dio testimonio de la tortura sufrida por el grupo de jóvenes de entre 14 y 18 años.
El 20 de septiembre de 1984 la Legislatura sancionó la Ley N° 1901 que aseguraba el funcionamiento de los Centros de Estudiantes en la provincia (Ver: www.proyectoallen.com.ar). El 19 de junio de 1992 bajo el N° 391/93:
La Legislatura Sanciona con fuerza de Ley:
Artículo 1°: Establécese en todo el territorio rionegrino el 16 de septiembre como DIA DE LAS ORGANIZACIONES ESTUDIANTILES.
Artículo 2°: Facúltese al Consejo Provincial de Educación a instruir a todos los establecimientos educativos de los niveles primarios, medio y superior para la realización de actos oficiales y con carácter obligatorio, como conmemoración de la fecha”.
Carlos Sánchez - Legislador Provincia de Río Negro

Nuestro amo juega al esclavo de esta tierra que es una herida que se abre todos los días a pura muerte, a todo gramo. -Violencia es mentir-

(Nuestro amo juega al esclavo – Patricio rey y los Redonditos de ricota)

Para cuando salió el N°24 de El Sistema, ya habían pasado 10 años de democracia. En “El tipo dejó de ser pueblo” se caracterizaba a la década menemista como  la década “fashion”, de Versace y pizza con champagne. “El tipo”, un candidato que llegó con el voto del pueblo, ahora aparecía en las revistas y la TV, en publicidades “bien empilchadito” y listo para mentir: “el pueblo para salvarse tiene que votarme a mí, porque soy el más capo”, decía el protagonista, “el partido lo alejó del pueblo, ahora escala al poder mientras la gente se va de los partidos, niega la política y se organiza en otras formas comunitarias para participar en lo que la política partidaria le negó”. Un artículo de este número que merece especial mención fue “Todo lo que Ud. siempre quiso saber sobre Allen y nunca se atrevió a preguntar”

El Sistema@ año 13 N° 25

El Sistema nos interrogó, nos dijo a los allenses ¿Por qué no reírnos de nosotros mismos?. Y ahí empezó la cosa. La nueva “raza” de políticos pos dictadura se prendieron en el baile de disfraces. Todos los candidatos que se postularon en la década en que duró la publicación, fueron entrevistados y también observados, pues la troupe "sistémica" estaba en todos lados, en cada presentación, acto, celebración, reunión… Releyendo ahora la revista y viendo la cantidad de eventos cubiertos en cada número uno puede pensar que el Chelo y Cia. estaban siempre por ahí, debajo de una baldosa o detrás de una puerta.

El Sistema@ año 13 N° 26

La revista traía a la mesa familiar de los allenses, nuevos temas como los derechos humanos y estudiantiles, cuestiones de nuestro desarrollo cultural o el fenómeno de las comisiones y organizaciones comunitarias… no se aislaba del contexto nacional (obediencia debida y carapintadas mediante) y planteaba, además, el descontento con la nueva democracia. Este descontento es tal vez el verdadero “rarus síndrome que se propaga”[2], que planteaba El Sistema en su segundo número. Los infectados (los que hacían y los que leían la revista) tenían cada vez más claro que las promesas políticas y las esperanzas del renacimiento democrático llegaban a su fin. Es que la revista nos mostraba en cada número que los días oscuros de la dictadura continuaban apareciendo en los problemas que tenían los Centros de Estudiantes, en el accionar policial, en la corrupción política… El Sistema nos decía en cada publicación que había cambios pero que la lacra de antaño aún estaba entre nosotros. Mientras tanto… la comunidad oscilaba entre el “no te metas” persistente y el “nosotros podemos” de dudosa esperanza.

Hemos escuchado por ahí, que algunos (que tuvieron en sus manos más de 3 números de El Sistema) han dicho que Allen perdió, con el final de la publicación del El Sistema, a su crítico más constructivo, que hoy y siempre es (y será) necesario y saludable tener una movida “sistémica” que te invite a pensar la realidad cotidiana.

El Sistema@ año 13 N° 27

Si Uds. piensan que esto que decimos es poco, que la revista que abre el surco en la historia patagónica de la historieta merece mucho mas, acá les dejamos los números que pudimos rescatar y como diría El Sistema en alguna de sus publicaciones: “No somos el cuco”, anímense!!  Hagan la critica que esta revista merece y/o envíen comentarios y/o cuéntenos cómo y cuando llegaron a El Sistema. Nosotros agradecidos.

 
[1] Número 255 del sábado 16 de agosto de 2008.
[2] Número del 2 de agosto de 1987.  

 Y quien es el Chelo Candia??

El Chelo nació como Marcelo Gabriel Candia en Allen un 8 de septiembre de 1967. Actualmente vive en General Roca o Fisque Menuco, como le gusta decir a Chelo. Su blog personal es: www.chelocandia.blogspot.com y su correo (por si queres contactarte con él): chelocandia@hotmail.com

Desde hace años es Tallerista para Casa de la Cultura de Roca y de la Dirección de Cultura de la Municipalidad roquense. También, como muchos de Uds. sabrán es dibujante, historietista, escritor y muralista. Con él realizamos el proyecto "Allen, una galeria a cielo abierto".

Algo más...

Organizador y productor de eventos artísticos multidisciplinarios.

Ha estudiado la Licenciatura en Comunicación Social, Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad del Comahue.

Ha participado como ponente, expositor y tallerista en distintos seminarios, cursos, congresos nacionales e internacionales especialmente orientados hacia las temáticas de la Comunicación, Cultura e Identidad.

Chelo con integrantes del grupo de plásticos allenses

Es delegado regional en Patagonia del Movimiento de Muralistas de Argentina. Ha publicado Rigor Mortis, su primer libro de historietas, ISBN 978-987-25280-1-0, de editorial la Duendes, en 2009-2010. Recientemente ha sido invitado por la Cancillería Argentina, a exponer su obra historietística en la Feria de Frankfurt 2010, Alemania, el evento editorial más importante del mundo. Ha publicado en La Patria También es Mujer, historia de mujeres latinoamericanas en historietas, Las Juanas editoras, 2010, junto a importantes referentes de la historieta nacional e internacional. Integra el colectivo de artistas gráficos Historieta Patagónica y el staff de la revista La Duendes. Sus comic “Griten”, “Pow!” y “Con la tiza en el puño”, entre otros, han sido publicados en innumerables blogs, prensa combativa y panfletos políticos de todo el mundo. Hoy, esas historietas circulan incesantemente por la web. Es el creador y organizador del encuentro binacional de poesía Conversaciones de otoño, que se realiza todos los años pares en la ciudad de Gral. Roca, con la participación de poetas chilenos y argentinos. Ha escrito y publicado el libro La Chica de Blanco, un amor adolescente. Estudio de un relato urbano, ISBN 950-9859-50-8, editado por el Departamento de Publicaciones FADECS de la Universidad Nacional del Comahue. Ha publicado su ponencia “La chica de blanco” en el LIBRO DE ORO del 4to. Congreso Binacional de Folclore Chileno y Argentino, editado en el año 2000 por Ediciones Universitarias de Valparaíso, Universidad Católica de Valparaíso, Chile.

Chelo, Silvia y Pablo Rey

Ha realizado más de veinte murales en la ciudad de General Roca, en forma particular y grupal, entre ellos, el mural más grande de la región (50 X 5 mts.) en Homenaje a los bodegueros del Alto Valle de Río Negro, calle EEUU casi Av. Roca, 2005.

Ha pintado murales en La Plata, Mar del Plata, Buenos Aires, Córdoba, Neuquén, Río Negro y Chubut.

Ha ilustrado numerosos libros, revistas y manuales educativos.

Actualmente publica sus trabajos en revistas literarias independientes y prensa combativa de distintas partes del país.

Desde el año 97, coordina grupos de chicos en distintos barrios de la ciudad de Roca con el objetivo de promover la participación creativa en los campos de la comunicación comunitaria y el arte público.

Ha incursionado e incursiona en la producción de varios medios gráficos siguiendo la línea de la prensa underground o “subte”.

Es autor de varios cuentos y de la novela “De día volvemos a ser humanos”, aun inédita.

Ha producido diversos programas radiales, con particular interés en la realización de radiodramas ( guión, dirección e incluso, actuación y edición).

Ha publicado diversos artículos e historietas en varias revistas y diarios regionales y patagónicos.

Ha participado en Congresos Nacionales e Internacionales de Comunicación Social.

Ha participado en diversos Congresos regionales de la Juventud.

Incursionó en el teatro como actor y escritor. También ha escrito obras de títeres.

Dicta talleres de historietas y de comunicación gráfica.

Ha realizado numerosas muestras individuales y colectivas.

También te podría gustar...

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *