Para la foto: Alberto «Tito» Langa y familia.

Se dice por ahi que uno de los primeros fotografos de Allen fué Eduardo Frestet pero la mayoría recuerda a Santos del Brio, quien se animó a poner la primera casa de fotografía en Allen. En "Para la Foto", Maria Langa recuerda a su abuelo Alberto "Tito" Langa y familia (texto realizado para el Libro del Centenario: Allen 1910 - 2010).

En la escuela primaria una vez me dieron una tarea: escribir una historia sobre mi familia o sobre el trabajo de mi papá o algo así, no me acuerdo muy bien la consigna. Lo que sí recuerdo bien claro es el resultado, una hojita escrita con mi letra de niña con una breve historia de “Foto Luis” y varias anécdotas del oficio de ser fotógrafo, que nunca se borraron de mi memoria.

"Foto Luis" años 80

Alberto Langa, mi abuelo, que era conocido en el pueblo como “Tito”, trabajó en la casa de fotografía “Santos”, la primera de Allen. Luego en 1957 tomó la posta y pudo reabrirla como “Foto Luis”, por mi papá, el “Luisito” que muchos en Allen conocen. Se hizo cargo así de un trabajo nada fácil, el de ser “el fotógrafo del pueblo”, pero también asegurar que los clientes pudieran tener sus foto en papel y un álbum para ponerlas.

 

Alberto "Tito" Langa

La importancia que la imagen fotográfica empezó a tomar en la época, sólo creció con los años y la figura del fotógrafo no podía sino seguirla. De mi experiencia al ver a mi papá y escuchar hablar de mi abuelo, cruzada con alguna que otra teoría que leí por ahí o me contó mi mamá, entendí que el fotógrafo es aquel personaje que está presente en los momentos más importantes de una persona, el bautismo, el casamiento, el cumpleaños de 15, la foto para el documento, la libreta o el carnet de conducir… y la lista sigue, en resumen en cualquier momento que uno considere digno de ser registrado, e implícitamente, recordado.

Santos del Brio

Santos y Lola, su esposa

Eduardo, Tucho, Sergio y Gandul, sus hijos.

Santos y sus nietos.

Parece ser que el primero en ocupar esta profesión en Allen fue Eduardo Frestet. Pero Santos Del Brío fue más allá; al poner un laboratorio en la ciudad, hizo más efectiva esa práctica tan importante de sacarse una foto. Además, ese lugar de referencia abierto al público le daba un espacio específico a la fotografía en Allen. Se transformó en un sitio de encuentro y de interacción social de gente que buscaba o curioseaba sobre la más sociable de las profesiones. Ese lugar ocupa “Foto Luis” desde hace ya 53 años.

Alberto Tito Langa y Juan Tarifa probando flash electrónico.

La casa de fotos redobló la apuesta y se abrió a una búsqueda incesante por mejorar los servicios. La tecnología fue una parte importante en el rubro, especialmente en los últimos 20 años. Desde los primeros flashes electrónicos que probaban en la casa Santos hasta los kioscos digitales, las gigantografías y el PhotoShop, se trata de una constante inversión y recapacitación para no quedar atrás y poder ofrecer a Allen lo que los tiempos exigen.

A la derecha, Elida Toscana, la esposa de Alberto.

Luego del fallecimiento de mi abuelo Tito en 1972, mi abuela Élida Toscana se hizo cargo del negocio. En un mundo de hombres, ella sola se puso el emprendimiento al hombro  y lo sacó adelante. La etapa en la que mi papá (que además es Contador) y luego también mi tía María Luisa (que también ejerce como docente) empezaron a administrarlo, fue el momento de más cambios a nivel tecnológico y aún sigue siéndolo.

Publicidad años 70

 “Foto Luis” logró sobrevivir a las crisis que se sucedieron en estos 50 años y admiro a toda mi familia que ha podido no sólo superarlas sino seguir creciendo y no tener nada que envidiarle a negocios de otras ciudades. Siempre, con el apoyo de quienes trabajaron con nosotros como mi tía “Pipa” y, por supuesto, Mirtita. Lograr conformar lo que es hoy no fue un camino fácil, pero estuvo lleno de buen humor, charlas y fiestas, porque la profesión requiere esa afabilidad. Nadie quiere un fotógrafo mala onda en su casamiento ¿no?.

Luis Langa, hijo de Alberto.

Los datos y anécdotas que me contaron mi abuela y mi papá para la tarea del primario fueron sólo un “pellizquito”, pero son igualmente significativas: resulta que mi abuelo iba a trabajar a las fiestas en bicicleta, pero mi abuela no lo dejaba ir si no le prometía que le iba a traer un pedacito de torta. Así volvía mi abuelo con todo el equipo de fotgrafía en bicicleta y el platito de torta de la fiesta. Cuando las fotos eran aún monocromáticas, muchas veces las pintaban, pero había que tener mucha memoria para recordar el color de las ropas en las fiestas y mi abuela dice que más de una vez escuchó: “pero mi vestido no era rosado”. “Y bueno…”, respondía ella.

Las transformaciones que se dieron en el rubro por los avances arrolladores de la tecnología en los últimos años no han reducido la importancia de la casa de fotos ni del fotógrafo. Incluso, tal vez, haya aumentado. Aún “Foto Luis” cumple esa función social fundamental en cualquier pueblo, en cualquier ciudad. Esta casa de fotos con tradición ha ofrecido más que fotos, cámaras y rollos a la comunidad allense.

Sacar una foto o revelar una foto de alguien implica una confianza implícita, se deja en tus manos un momento íntimo, privado, o un momento público que el cliente necesita que salga bien. Han cambiado los tiempos, las imágenes se multiplicaron, hay cada vez más cosas para hacer en los trabajos sociales, desde foto-tarjetas, pasando por figuras tamaño real, hasta fotos-souvenir tomadas y entregadas en la misma noche. Pero la esencia de la profesión no ha cambiado y sería bueno que siguiera siendo así.

Dicen que una imagen vale más que mil palabras. Yo no creo que sea tan así. Pero en este caso parece apropiado dejar que hablen las fotos y que llenen los vacíos en mis palabras.

Facebook: Album Familias

Facebook: Mabel Alicia Prieto tengo casi 65 años y el primer fotografo que conoci se llamaba Juan Lautaré, sacaba las fotos detras de un trípode donde ponía la máquina y él se tapaba la cabeza con un trapo negro para que el fogonazo no le hiciera mal a los ojos.

Libro del Centenario

Libro del Centenario

 

Libro del Centenario

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