El cerdo para el sacrificio
El Gran Augur, que se dedicaba a sacrificar cerdos y leer los presagios en el sacrificio, llegó a la pocilga vestido con su larga túnica oscura, y les habló a los cerdos del siguiente modo:
- He aquí el consejo que voy a darles. No se quejen porque tienen que morir. Hagan a un lado sus objeciones, por favor. Tengan en cuenta que los alimentaré con grano seleccionado durante tres meses. Yo mismo observaré una estricta disciplina durante diez días y ayunaré durante tres. Después tenderé alfombras de hierba y serviré sus jamones y paletas sobre fuentes delicadamente talladas, con gran ceremonia. ¿Qué más pueden pedir?”
Después, reflexionando, quiso considerar la cuestión desde el punto de vista de los cerdos:
- Por supuesto, supongo que ustedes preferirían ser alimentados con comida ordinaria, y que se los dejara solos en sus chiqueros.
Pero pensando nuevamente las cosas desde su propio punto de vista, respondió:
- ¡No! Decididamente, hay una clase más noble de existencia. Vivir rodeado de honores, recibir el mejor tratamiento, ser llevado en un carruaje vistiendo prendas finas, aunque en cualquier momento uno pueda caer en desgracia y ser ejecutado, eso es el destino, riesgoso pero noble, que yo mismo he elegido!
De modo que se decidió contra el punto de vista de los cerdos y optó por el suyo propio, tanto para él como para los cerdos.
¡Qué afortunados aquellos cerdos, cuya existencia resultó de tal modo ennoblecida por alguien que era a la vez funcionario del estado y ministro de la religión!
Autor: Chuang Tzuo Zhuang Zi, un pensador chino que vivió entre 369 y 290 antes de nuestra era.
Traducción: Ramón Minieri.
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Disculpe el señor si le interrumpo, pero en el recibidor, hay un par de pobres que preguntan insistentemente por usted
No piden limosnas, no ni venden alfombras de lana, tampoco elefantes de ébano son pobres que no tienen nada de nada
No entendí muy bien sin nada que vender o nada que perder, pero por lo que parece tiene usted alguna cosa que les pertenece
Quiere que les diga que el señor salió? que vuelvan mañana, en horas de visita? O mejor les digo como el señor dice: "santa Rita, Rita, Rita, lo que se da no se quita"
Disculpe el señor, se nos lleno de pobres el recibidor y no paran de llegar, desde la retaguardia, por tierra y por mar
Y como el señor dice que salió y tratandose de una urgencia, me han pedido que les indique yo por donde se va a la despensa
Y que Dios, se lo pagará me da las llaves o los echó ? usted verá que mientras estamos hablando llegan más y más pobres y siguen llegando
Quiere usted que llame a un guardia y que revise si tienen en regla sus papeles de pobre? O mejor les digo como el señor dice: "Bien me quieres, bien te quiero, no me toques el dinero!"
Disculpe el señor pero este asunto va de mal en peor, vienen a millones y curiosamente, vienen todos hacia aquí
Traté de contenerles pero ya ve, han dado con su paradero, estos son los pobres de los que le hablé, le dejo con los caballeros
Si no manda otra cosa, me retiraré Si me necesita, llame que Dios le inspire o que Dios le ampare, que esos no se han enterado que Carlos Marx esta muerto y enterrado