Tiempos difíciles
“Primero mataremos a todos los subversivos, luego mataremos a sus colaboradores, después... a sus simpatizantes, enseguida... a aquellos que permanecen indiferentes, y finalmente mataremos a los tímidos”. (General Ibérico Saint Jean. Gobernador de la Provincia de Buenos Aires. Mayo de 1977).
*De*sa*pa*re*ci*dos*
“…cuando ser prisionero de guerra
no significaba la muerte
sino la casualidad de encontrarse vivo”
Blas Otero
Cuando el enorme secreto de sus muertes se abrió como /un grifo sobre nuestras cabezas el chorro de su sangre no paró de gritar entre las teclas y de pronto todos los poemas anónimos tuvieron nombres /propios. Poesía} Río Negro. Vol 1 - Jorge Douglas Price.La década del ‘70 inauguró en el país un período de inestabilidad política, económica y social. La demanda política y salarial de algunos sectores se sumó al clima de violencia que la lucha armada planteaba como medio para el logro de transformaciones políticas.
En paralelo, los grupos paramilitares vinculados a la derecha iniciaron la represión de dirigentes y grupos tildados de marxistas. Todo llegó a tales niveles de violencia que generó una fuerte inestabilidad e incertidumbre en la sociedad. La política económica trajo inflación y pérdida del poder adquisitivo mientras el gobierno no lograba estabilidad por los enfrentamientos y las renuncias de funcionarios.
Los medios, que ya tenían una importante participación en la vida argentina desde los años ’60, comenzaron a motorizar la idea de un nuevo gobierno que pusiese “orden” y terminara con “la guerra” que supuestamente se libraba contra un “enemigo” local pero con ideas foráneas. Ningún medio de la época cuestionó la decisión ilegal de un golpe de Estado, legitimando de ese modo la necesidad de la fuerza para terminar definitivamente con el caos.
"La subversión es toda acción clandestina o abierta, insidiosa o violenta, que busca la alteración o la destrucción de los criterios morales y la forma de vida de un pueblo, con la finalidad de tomar el poder e imponer desde él una nueva forma basada en una escala de valores diferentes. Puede emplear la fuerza pero no se limita a ella. Todas las formas de lucha y todos los procedimientos en los diversos campos le son lícitos" (General Viola, Roberto: Diario la Nación 29-5-77) .
El golpe del ’76 llegó con dos ejes prioritarios: represión y apertura económica. En el primero se instrumentó mediante la desaparición y asesinato de representantes de organizaciones armadas y de todos aquellos que desde los sindicatos, universidades y otros sectores de la sociedad manifestaran su oposición. La acusación de ser de “izquierda” se generalizó a tal punto que avanzó sobre artistas, periodistas, escritores, actores, etc. La tortura, las amenazas, el asesinato y la desaparición fueron las formas que las fuerzas armadas utilizaron como medio para terminar con el supuesto enemigo interno. Un enemigo que tenía una organización precaria, escaso armamento y un número de integrantes que hacía previsible el desenlace. Las organizaciones armadas guerrilleras estaban prácticamente extinguidas en 1976, por lo que la decisión de terminar con cualquier movimiento de protesta o critica social no fueron “errores ni excesos”, sino un plan deliberado.
Comunicado N° 19, 24/03/76
Se comunica a la población que la Junta de Comandantes Generales ha resuelto que sea reprimido con la pena de reclusión por tiempo indeterminado el que por cualquier medio difundiere, divulgare o propagare comunicados o imágenes provenientes o atribuidas a asociaciones ilícitas o personas o grupos notoriamente dedicados a actividades subversivas o al terrorismo. Será reprimido con reclusión de hasta diez años, el que por cualquier medio difundiere, divulgare o propagare noticias, comunicados o imágenes, con el propósito de perturbar, perjudicar o desprestigiar las actividades de las Fuerzas Armadas, de Seguridad o Policiales. (Diario "La Prensa", 24 de marzo de 1976).
Algunas de las acciones del nuevo gobierno de facto fueron intervenir los sindicatos, suspender la actividad política y los derechos de los trabajadores, disolver el Congreso y los partidos políticos, destituirla Corte Supremade Justicia, intervenirla CGTyla Confederación GeneralEconómica, suspender la vigencia del Estatuto del Docente, clausurar locales nocturnos, quemar de libros y revistas consideradas peligrosas, censurar a los medios de comunicación e incluso ordenar el corte de pelo a los hombres.
Fuerzas Armadas y Policía, dos instituciones del Estado con poder legal para el uso de las armas, creadas para defensa de la soberanía territorial, para mantener el orden público y la seguridad de las personas y sus bienes, se unieron para terminar con cualquier forma de participación popular. Con el nombre de “guerra sucia” se intentó justificar su accionar basado en un proyecto planificado, dirigido a terminar con todas las fuerzas democráticas y someter a la población mediante el terror de Estado para así imponer “orden” sin oposición.
Por iniciativa del poder ejecutivo nacional, el 28 de setiembre de 1974 se sancionó la ley nº 20.840, conocida como “Ley de Seguridad Nacional – Penas por actividades subversivas en todas sus manifestaciones”. La ley estableció penas de encarcelamiento y multas a quienes motivados por finalidades ideológicas utilizasen cualquier medio para alterar o suprimir el orden institucional y la paz social de la nación (Pescader, C. 2008).
"La Filosofía del Terrorismo de Estado se enuncia partiendo de supuestos que contradicen las bases fundamentales del Estado democrático-burgués, sosteniendo que el principio de sujeción a la ley, la publicidad de los actos y el control judicial de los mismos incapacitan definitivamente al estado para la defensa de los intereses de la sociedad. Razón por la cual se afirma que es imprescindible apelar a medios 'no convencionales' y violentos para luchar eficazmente contra el terrorismo y la subversión. 'Nadie puede ampararse en los derechos y las leyes para violarlas', se dice, y en consecuencia, 'no puede haber protección de la ley para los que están al margen de la ley'. Aparece (...) la necesidad de estructuración de actividades ilegales y clandestinas, y de utilizar el terror como método" (Duhalde, Eduardo L., 2006 en www.elhistoriador.com.ar).
La desaparición fue un programa de acción planificado y con métodos pensados con anticipación: al secuestrar a una persona el “grupo de tareas” (grupos paramilitares y parapoliciales), la convertía en un número, perdía así toda garantía legal y era sometida a interrogatorios utilizando diversas formas de tortura.
“El desaparecido mientras esté como tal, es una incógnita, es un desaparecido. Si el hombre apareciera tendría un tratamiento "X" y si se lo encuentra fallecido tendría un tratamiento "Z", pero mientras sea desaparecido no puede tener ningún tratamiento en especial, es un desaparecido, es una incógnita, no tiene identidad, no está, ni muerto ni vivo, está desaparecido” (Jorge Rafael Videla, 1981).
Para este plan represivo, se levantaron centros clandestinos de detención. Existieron unos 340 distribuidos en todo el territorio argentino y tenían una estructura similar, con una zona de interrogatorios y tortura y otra, donde los “detenidos” permanecían secuestrados hasta que se decidía su muerte. Si los secuestrados no morían en la sesión de tortura, eran fusilados o arrojados al río desde un avión o helicóptero.
Noemí Labrune[1] señala en su libro “Buscados. Represores del Alto Valle y Neuquén”, que el 29 de marzo de 1976 en varias ciudades del Alto Valle, militantes populares, legisladores oficialistas y de la oposición, funcionarios de los gobiernos provinciales y municipales “como si los hubieran seleccionado por muestreo, tuvieron sus casas allanadas, a menudo con violencia. Muchos fueron arreados hasta las comisarías, para esperar la orden de detención a disposición del Poder Ejecutivo Nacional y el traslado a unidades penitenciarias de la zona”.
Luego se nombraron interventores en cada ciudad y comenzaron a recibir ordenes de sus superiores.La Patagoniase transformó enla Zonade Seguridad 5, sometida al arbitrio del comandante del V Cuerpo de Ejército, General de División René Azpitarte. La provincia de Neuquén y gran parte de la de Río Negro fueron fusionadas enla Subzona5.2. Según testimonios orales en el Alto Valle hubo más de 40 secuestros.
La región era la zona 5 subzona 52 y al centro clandestino lo denominaban “La Escuelita”, ubicado en el Batallón de Construcciones 181. El lugar había servido paradójicamente de matadero y caballeriza y fue reacondicionado en 1975 pues ya habían comenzado entonces los allanamientos y secuestros, tal como lo demuestran varios testimonios.
Para el pueblo lo que es del pueblo
Libertad era un asunto
mal manejado por tres.
Libertad era Almirante,
General o Brigadier.
Para el pueblo
lo que es del pueblo
porque el pueblo se lo ganó.
Para el pueblo
lo que es del pueblo.
Para el pueblo liberación.
Comer bien era muy raro.
Comer poco era normal.
Comer era subversivo
para el señor militar
Estribillo
Era un acto de violencia
La alegría popular
El pueblo tiene paciencia
Dijo un señor general
Estribillo
Estudiar era un pecado
Clandestino era saber
porque cuando el pueblo sabe
no lo engaña un brigadier
Prohibiremos la esperanza
y prohibido está nacer.
¿No será mucho?, almirante
No faltaba más, coronel
Estribillo
Y al país lo remataron.
Y lo remataron mal.
Lo partieron en pedazos
y ahora hay que volverlo a armar
Estribillo
Y ahora el pueblo está en la calle
a cuidar y a defender
esta patria que ganamos
liberada debe ser.
Para el pueblo lo que es del pueblo - Piero
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