Froilán

Froilán Sánchez cumple 50 años como empleado de la tienda El Barrio, el histórico comercio de José Schaltz. El 4 de abril estaremos en la Tienda para recordar esos 50 años y charlar un rato con Froilán.

Frilán Sánchez en la Tienda El Barrio.

Froilán ingresó a la tienda un 4 de abril de 1963. Era un jovencito de unos 13 años que ayudaba a sus padres, ya que trabajaban ambos, haciendo las tareas de la casa y, desde los 11 años, trabajando para el dentista Díaz limpiando el instrumental que el doctor usaba en su consultorio. Después de las 19 hs. se iba a la zapateria de Mariano Monti, aún ubicada enfrente de la Estación YPF y ordenaba las cajas de zapatos.

Un día pasó por la tienda, en donde su mamá le compraba ropa y vió a José Schaltz barriendo la vereda. El jóven Froilán conocía a José desde pequeño y le dijo: "¿No le da vergüenza, un hombre grande barriendo la vereda?!", y José le contestó: "Bueno, veni vos a barrerla!". Le pregunto si se animaba a trabajar en la tienda y Froilán dijo que sí.

Así fué que con sus 13 años comenzó a trabajar barriendo, lavando pisos y acomodando alpargatas y más tarde, cuando ya tenía unos 15 años comenzó a atender al público. Trabajaba toda la semana, incluso los domingos, a pesar de que estaba prohibido, así que atendían a la gente por la puerta de atrás pues la policía, si los descubría llevaban al dueño a la Comisaría a hacer el descargo. En muchas oportunidades llevaban la mercadería a domicilio como fue, por ejemplo, cuando llevaban ropa al Bar El Moro.  Hoy podemos ver esto como un exceso pero, como dice Froilán, eran "otros tiempos", la clientela era, en general, trabajadores que les era imposible ir a comprar en la semana pues hombres y mujeres trabajaban todos los días de la semana y solo el domingo podía salir a comprar ropa, calzado, sabanas, frazadas y todo lo necesario para la familia.

Bar El Moro. Foto: Patricia Espinel.

 Una de las épocas de más ventas era la temporada de cosecha. Los trabajadores cobraban en cheques y la tienda se los cambiaba por lo que después había que ir cambiarlos en el Banco. Froilán llegó a cobrar más de 40 cheques en el Banco y volver con mucho dinero escondido en su camisa "pues pedía cambio y el portafolio no me alcanzaba para llevarlo todo".

La Tienda El Barrio nació en los años 50', Silvia, la hija de José recuerda así a su padre:

 “José Schaltz llegó a Allen en 1947. Primero se había radicado en Neuquén desde donde recorría en bicicleta chacras y casas de Neuquén, Cipolletti, F. Oro y Allen. Con su valija llevaba mercadería de mercería y algo de ropa. La gente lo esperaba para proveerse, ofreciéndole un mate o algo fresco en verano. Cuando se estableció en Allen alquiló una esquina y el trámite de alquiler fue ‘de palabra’ sin nada firmado. En su local nuevo tenía que poner ‘todo estirado para que no se vieran los huecos pues era demasiado grande para la mercadería que tenía. Yo lo que recuerdo es su pinta, siempre de traje y corbata, su bondad y honestidad. Es lo mejor que recibí y me encanta que hoy, todavía (ya hace 10 años que falleció) haya gente que viene a la tienda de Don José y lo recuerde con tanto cariño’”   (Silvia Schaltz para Hola Vecino, 2001).

Froilán recuerda a José en un poema, que fue reproducido en una entrevista que le realizó el periódico "Allen, nuestra ciudad" en 2011.

Recorte del número 99 - año 7- de "Allen... nuestra ciudad", septiembre 2011.

 

Froilán recuerda además que José y Elisa, su esposa, le enseñaron muchas cosas y lo ayudaron mucho. Incluso la casa familiar la logró gracias a la ayuda de los Schaltz, "si no hubiese sido por Don José, no la hubiese podido construir nunca pues pedí un credito al Banco Hipotecario y me agarró el 'rodrigazo', las cosas aumentaron el mil por mil. No solo me ayudó a mi, Don José ayudó a muchas personas con plata. Era una excelente persona. Con ellos conocí el Aeroclub, el balneareo... yo lo único que conocía era la canchita de fútbol!!".

El local de la tienda fue cambiando con los tiempos y el frente con blindex fue construido después de la muerte de José, en 1992. Froilán se casó también gracias al empuje de José; llevaba unos 7 meses de novio, tenía casa y 32 años, pero aún no se decidía a casarse. Un día, en que cayó una fuerte helada, Froilán no salió a jugar al billar al bar Central, como era su costumbre. Solo salió a comprar unos caramelos, allí vió a Rosa y fue "un flechazo". Los padrinos fueron José y Elisa y como su religión era judía, el cura párroco pidió permiso al Obispado de Viedma. Primero aceptaron y después no... pero el sacerdote los casó igual... Los padrinos del Registro Civil fueron Silvia, hija de José y Oscar, su esposo.

Froilán tiene hoy 63 años (nació un 16 de abril d 1950), 3 hijos, Andrea Alejandra (29), Victor Hugo (27) y José (22), y dos nietos, Francisco (8), Martín (4) y uno en camino. Ha sido un socio muy activo del Centro de Empleados de Comercio (es el socio N° 10) y colaboró en todas las actividades que se realizaban para juntar dinero y construir el edificio de la entidad pero nunca quiso integrar la Comisión Directiva pues a él le gusta "ayudar de afuera".

Este jueves 4 de abril estaremos con este trabajador incansable y agradecido, cuya vida ya es parte de nuestra historia.

 Video de los 50 años de Froilán en la Tienda El Barrio

                   

Fotos de los 25 años de Froilán en la Tienda de los Schaltz

 

    Para saber más... Entrevista "El más antiguo... pero no el más viejo" en: Allen... nuestra ciudad", N° 99 - Año 7. Septiembre 2011.

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2 Respuestas

  1. mónica vilchez dice:

    me gustaria ver algun audiovisual de la rotiseria de RICHARD. vivi varios años en allen y es o fue una persona muy conocida. gracias

  2. Gracias por tu comentario, veremos si podemos, lo hemos intentado pero Richard no quiso, saludos!

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