Casillas del ferrocarril

El 6 de julio de 2008 la Secretaría de Obras y Servicios Públicos retiró una de las tres casillas que habían servido de obrador durante la construcción de la estación del ferrocarril y pretendían luego llevarse también las dos restantes. La medida no tenía fines claros pero, según algunos medios locales, presuntamente iban a ser utilizadas en obras de construcción. Este desinterés por el patrimonio histórico de la ciudad generó una respuesta de los ciudadanos e instituciones locales: “No fueron pocas las voces que se alzaron contra la determinación, por considerarla un atropello contra dos elementos declarados de patrimonio histórico de la ciudad. Quien recordó que la existencia de la declaración municipal 016/03 fue el vecino Walter Ludueña. Allí, además de la mención histórica para su resguardo, se las integra al área del espacio verde del Parque Aeróbico municipal. Además, se solicita al Poder Ejecutivo que se las destine exclusivamente para uso cultural y educativo (…) Se conoció también que la Asociación Museo Municipal de Allen también planteó por nota su queja ante la inconsulta medida y otras organizaciones estarían analizando realizar una petición similar. Aunque aún se desconoce cuál será la respuesta del intendente, trascendió que accedería a resguardar los históricos bienes"

Diego Silvera – www.ciudaddeallen.com.ar  

Casilla del Ferrocarril años 90

 

¿Qué pasó después?

El Museo de Allen logró la recuperación de una de las antiguas casillas donde habitaron quienes construyeron la vieja estación del ferrocarril. Estaba bajo la custodia y resguardo de miembros de las cooperativas de viviendas El Trébol y La Esperanza, quienes la usaron como obrador mientras construyeron sus casas, en el barrio Tiro Federal.

Hasta allí fue el presidente del Museo, Lorenzo Brevi, para iniciar el traslado hacia el Parque Histórico de la institución, donde fue colocada el martes pasado.

El transporte de la casilla hacia el Museo fue posible gracias a la desinteresada colaboración de Hugo Martín (Control SRL), quien prestó uno de sus vehículos junto al carretón; a Román Paucara, quien facilitó los dos autoelevadores que se usaron; a los maquinistas que pusieron la mejor predisposición para efectuar la tarea; a Cristopher Solís y a José Luis Sánchez, un incansable y recurrente colaborador. También queremos destacar la preocupación y el cuidado demostrado por los integrantes de las cooperativas que utilizaron la casilla por más de dos años, especialmente a Norma.

Información de: Museo Municipal de Allen

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