Ensayo sobre el Despojo territorial comunitario del Lof Paichil Antriao en Villa La Angostura

Ensayo sobre el Despojo territorial comunitario del Lof Paichil Antriao en Villa La Angostura. Modelos de desarrollo implementados y la intervención del Observatorio de Derechos Humanos de los Pueblos Indígenas. Por: Emilce Mariel Ayala, en: Blog Paicil Antriao Lof

mapa invasión winka

Resumen

Villa La Angostura (VLA) forma parte del corredor turístico “De los Lagos” y está dentro del Parque Nacional Nahuel Huapi internacionalmente reconocido por sus diversos bosques y montañas y las actividades turísticas que allí tienen lugar. Está cercana a otros centros turísticos de gran jerarquía y se ha constituido como el segundo centro turístico de la provincia de Neuquén. Su calidad paisajística la instala en el imaginario popular como “paradisíaco” o “aldea de montaña” motes que en mayor o menor medida se enmarcan en los cuatro idearios básicos occidentales que se trata de comercializar: la conquista de la felicidad, el deseo de evasión, el descubrimiento del otro y el regreso a la naturaleza (Hiernaux-Nicolás:2002) donde lo mapuche se incorporó como una nota de color, como un “recurso” más para explotar el negocio turístico. ¿A qué responde esta caracterización? ¿Qué modelos de desarrollo subyacen en esta simbología? ¿Qué procesos solapan? La imagen de VLA como una localidad “sin mapuche” es producto de la instalación de modelos hegemónicos del ser y del saber que se dieron en este territorio a lo largo de su historia. Asimismo los procesos reivindicatorios de la Comunidad mapucePaichilAntriao han puesto en evidencia otros procesos históricos silenciados. Estos procesos fueron llevados a cabo en conjunto el Observatorio de Derechos Humanos de Pueblos Indígenas cuya intervención también será analizada en el presente trabajo. Palabras Clave: Comunidad Mapuce – Mapuche- Modelos de desarrollo – Conflicto territorial- Intervención Desarrollo El Conflicto con William Henry Fischer El miércoles 25 de noviembre del 2009, se dio un desalojo violento de la comunidad mapuche PaichilAntriao, en el que dos familias mapuche fueron efectivamente desalojadas de esa parte del territorio que fue posteriormente habitada por el estadounidense William Henry Fisher quien detentaba el título de propiedad. Sin embargo, en el año 2013 la Justicia falló a favor de la comunidad PaichilAntriao por el reclamo de sus tierras en Villa La Angostura basándose en las recomendaciones que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos realizó con intervención del Observatorio de Derechos Humanos de Pueblos Indígenas (ODHPI)[1], aunque falta resolver la titularidad de las tierras y devolverla a la comunidad. El conflicto con W. Fischer no representa las únicas vulneraciones al derecho de la propiedad comunitaria, sino que existen una serie de litigios judiciales por la posesión de las 125 has (de 605 has que les fueron “otorgadas” en 1902) entre particulares, entre los que se cuentan al basquetbolista Emanuel Ginóbili ( http://es.wikipedia.org/wiki/Emanuel_Gin%C3%B3bili ) y el mismo municipio de Villa La Angostura, que acusan a la familia PaichilAntriao con cargos como el de usurpación, entre otros. Estos procesos además comportan una fuerte negación de esta familia como comunidades originarias y la criminalización de los mismos. Breve revisión histórica y reseña de los modelos económicos implantados En la región de la actual Patagonia argentina existen registros arqueológicos que constatan la presencia humana desde hace por lo menos 12.000 años. De estos Pueblos Originarios, desciende la comunidad Mapuche, que ha ocupado especialmente la zona norpatagónica a ambos lados de la Cordillera de los Andes desde antes de la creación del Estado- Nación de la Argentina. Si bien la conquista “civilizatoria” en América Latina inicia hace 500 años con la llegada de los españoles sometieron, mataron y explotaron a los “indios” a lo largo del continente latinoamericano, en la zona patagónica de la actual Argentina, se terminaron de consolidar procesos similares hace algo más de 130 años con la denominada “Conquista del Desierto’” por la joven nación argentina, que tenía como presidente a Julio Argentino Roca. El proyecto político, económico, social y cultural que se consolida en la Argentina sería el Liberalismo Clásico, imponiéndose el modelo económico agroexportador: Los países europeos industrializados, especialmente Inglaterra, adquirían las materias primas extraídas de este país no- industrializado, e ingresaba productos manufacturados en sus industrias al mercado nacional. En este modelo se favorecía a los grandes terratenientes, existía una acérrima defensa de la propiedad privada y concentración del suelo, donde se hallaban los recursos económicos de más codiciados (Recalde: 2009). Es por ello que el trabajo de la tierra a los menores costes posibles era imprescindible. De esta manera “… los Mapuches serán insertados al “progreso” capitalista como mano de obra barata para los trabajos rurales, en la Colonia Pastoril Nahuel Huapi, proceso en el que además se los forzó a abandonar su propias pautas culturales para asimilarse lentamente a la argentina, pero con el imperecedero estigma de ser “indios” o “extranjeros no-europeos” (Ghioldi: 2009). ( [1]Es una Organización No Gubernamental (ONG), constituida bajo la figura legal de asociación civil, cuyo objetivo es la promoción y defensa de los derechos humanos de los pueblos indígenas, especializándose en los aspectos jurídicos. Fuente:http://odhpi.org/quienes-somos/objetivos/ ) En 1902 se hizo entrega, por parte del gobierno argentino, a los pobladores ancestrales José María Paichil e Ignacio Antriao (ya convertidos en agricultores), por sus aportes y servicios como guías baqueanos a los peritos en límites argentinos el lote 9 de la por entonces Colonia Nahuel Huapi, en la Patagonia(Aranda:2009). Este territorio cumplía tanto funciones de explotación económica como funciones geopolítica que implicaba hacer efectiva la presencia argentina en un área de especial dinámica entre ambos lados de la cordillera. Cabe mencionar que para la “entrega” del lote 9 era condición necesaria la ciudadanía argentina para el usufructo de la tierra, negándoles a Paichil y Antriao cualquier otra identidad. Un hecho de especial relevancia en la zona fue la creación de la Administración de Parques Nacionales (APN) que en 1934 creó el “Parque Nacional Nahuel Huapi”que de acuerdo con García y Valverde fue por mucho tiempo el principal referente del Estado nacional; detentó el control de los territorios como así también la capacidad de instalar infraestructura, definir cotos de caza y autorizar pobladores. Fue también de acuerdo con estos autores un reproductor de la imagen simbólica alpina como ideal estético (2005). Con respecto a los títulos de propiedad, APN tuvo un comportamiento dual: los expedía mayormente a los vecinos “prestigiosos” pero en los casos de personas de exiguos recursos (más aún cuando se tratase de chilenos o “indios”) expedía “permisos precarios”. (Méndez en García y Valverde) Para entonces el modelo a instalarse en Argentina corresponde al Desarrollismo regresivo cuyo correlato de modelo económico sería el Modelo de Sustitución de Importaciones que “Involucra un desplazamiento de la inversión de los grupos a algunas ramas de la industria transfiriendo recursos del agro a estas actividades…” (Recalde: 2009) contexto en el cual la localidad cambiasu matriz económica de colonia agrícola pastoril a la industria maderera. A partir de los años 90, momento de afianzamiento del proyecto neoliberal en la Argentina, esta localidad pasar a depender principalmente de la producción de servicios turísticos a generando el crecimiento de la especulación inmobiliaria en zonas de alto valor paisajístico catalizados por la pavimentación de la Ruta 231 que la comunica con Bariloche; en la década del 91 al 01 se dio el máximo crecimiento poblacional registrado.El perfil turístico que se definió es de alto nivel adquisitivo y elitista profundizado una imagen de lugar como de “aldea de montaña” donde además “no había mapuches”. En el marco de la Argentina “agroexportadora” las tierras del lote 9 carecían de valor especial ante la “abundancia de territorios” razón por la cual les fue “cedida” a las familias Paichil- Antriao, sin embargo fueron siendo desplazados progresivamente en función de haber ido cambiado la lógica, y ante el crecimiento de VLA. Su territorio pasó a ser apropiado por grupos dominantes que detentan y/o detentaron distintas formas de poder además de los medios para su imposición. Sin embargo “Luego de décadas de negarle su identidad como comunidad, los PaichilAntriao se reorganizaron en 2003, reafirmaron la pertenencia al Pueblo Mapuche y comenzaron a defender los últimos espacios territoriales. Iniciaron una serie de reclamos administrativos (ante el Estado Nacional, provincial y municipal) y acciones directas para la restitución de centenares de hectáreas que les fueron quitadas en las últimas décadas. En 2007 tuvo el reconocimiento del Estado a través del Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI). El pedido de fondo: la revisión de títulos y el reconocimiento de la propiedad comunitaria de las parcelas indígenas”(Aranda, 2009). Esta reivindicación se da en un entorno que ofrece mayores garantías en términos de leyes nacionales e internacionales, producto de luchas reivindicatorias mayores y más extensas iniciadas años atrás por distintos pueblos indígenas latinoamericanos y en particular la Nación mapuce. El trabajo del Observación de Derechos Humanos de los Pueblos Indígenas. Desde el 2010 a inició un trabajo de relevamiento territorial en conjunto con un equipo interdisciplinario e intercultural con una activa participación de la Comunidad PaichilAntriao. El principal producto de esta intervención es un Informe (posteriormente libro “Huellas y Senderos”) de Relevamiento Territorial, Histórico, Social y Cultural de la comunidad, donde se fomentó una producción de saber mediante la cartografía participativa en un proceso denominado Mapeo Cultural Participativo (MCP) cuyos resultados confirman los procesos de despojo a los que han sido víctima estas familias. No solo la memoria oral sentó las bases para esta producción de diferentes Mapas Temáticos, sino que se cruzaron también registros documentales, archivos, trabajos anteriores además de soportes gráficos, software, programas y otras tecnologías digitales. De acuerdo con el libro Huellas y Senderos, las estrategias de intervención para la realización de este MCP fueron:
  • Formación de un equipo interdisciplinario e intercultural.
  • Definición de “Áreas de Trabajo” a través de reuniones constantes para la planificación del trabajo a realizar
  • Talleres de producción de conocimiento sobre el espacio territorial.
  • Taller de producción de mapas culturales basados en el registro actual y en la memoria oral. A partir de un papel en blanco y con mínima intervención del equipo coordinador.
  • Conversaciones individuales ‘abiertas’ y ‘en profundidad’ y conversaciones colectivas semi-estructuradas
  • Registro audiovisual y fotográfico de cada recorrido y se efectuaron las mediciones mediante GPS de los espacios significativamente relevantes.
  • Consulta de fuentes documentales
  • Aplicación de un cuestionario socio-comunitario a las diferentes familias que conforman la Comunidad aplicado por cuatro entrevistadoras de la comunidad, con las cuales se desarrolló previamente de un taller de capacitación.
  • Taller de evaluación de la información obtenida y su significado.

Resultados

Desde la “Campaña del desierto” y las posteriores aplicaciones de modelos de desarrollo  occidental en la actual VLA, se han instalado formas hegemónicas del ser y del saber que fueron solidificando el ideario de supremacía cultural y racial de la estirpe blanca-argentina-europea que fue forzando procesos de des-adscripción étnica de las comunidades mapuce en un entorno xenófobo: anti-chileno y anti-mapuce. Incluso la “entrega” de las tierras a Paichil y Antrio requirió forzosamente, que fueran ciudadanos argentinos negándoseles así la “otra identidad”.

Esa visión única del mundo, a través de distintos mecanismos y dispositivo fue solapando la preexistencia de esta comunidad como pueblo originario a la vez que ensalzó la historia de los “pioneros”.

APN como dispositivo estatal reprodujo estas disparidades haciendo concesiones a la “elite terrateniente” en detrimento de los pobladores preexistentes. Asimismo, a través de una multiplicidad de mecanismos fraudulentos, ante la presión del crecimiento de la Villa y de los nuevos escenarios económicos, fueron desplazando a las comunidades y recortando su espacio de vida.

Los procesos reivindicatorios iniciados en 2003, visibilizaron a las comunidades a través del conflicto y la intervención de la ODHPI colaboró en ese proceso.

En este sentido el trabajo realizado por la comunidad en conjunto con la ODHPI, va en consonancia con lo que Bonfil Batalla denomina como Etnodesarrollo: “Capacidad social autónoma de una sociedad culturalmente diferenciada para construir su futuro, aprovechando su experiencia histórica y los recursos de su cultura, de acuerdo al proyecto definido según sus propios valores y aspiraciones para guiar su propio desarrollo”(Bonfil Batalla: 1995).

Este posicionamiento anti-hegemónico fomentó la producción de saberes inter-disciplinar e intercultural, a partir una necesidad concreta según objetivos políticos, territoriales y culturales expresados por la comunidad y con la participación activa de los miembros de la familia PaichilAntriao que además se apropió de los resultados, utilizándolos en los procesos judiciales .

Al reconocer al espacio social como el espacio culturalmente vivido y recorrido a lo largo de la vida comunitaria, cargado de símbolos y funciones que le dan sentido a la cosmovisión mapuce, la construcción participativa fortalece a la práctica social comunitaria y propicia unaa relación técnico-poblador horizontal  en un proceso de aprendizaje mutuo. Lo anterior hace que la comunidad sea un actor activo y participante y no un mero beneficiario con lo cual la intervención de la ODPHI, puede encuadrarse en un modelo de desarrollo alternativo como el Etnodesarrollo.

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Bibliografía

· Aranda, D.Indymedia. La historia silenciada de Villa La Angostura http://argentina.indymedia.org/news/2009/12/710182.php. 2009. Consultada en Agosto del 2014. · Bonfil Batalla, Guillermo (1995) “Etnodesarrollo: Sus premisas jurídicas, políticas y de organización” México. INAH / INI ·Cordero, A. Hiernaux Nicolás, D. et al 2002. “Imaginarios Sociales y turismo sostenible” Cuaderno de ciencias sociales no. 123. FLACSO, Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales. San José, Costa Rica.Disponible en: http://biblioteca.clacso.edu.ar/Costa_Rica/flacsocr/20120815033220/cuaderno123.pdf · García, A. Valverde, S. 2007.“Políticas estatales y procesos de etnogénesis en el caso de poblaciones mapuche de Villa La Angostura, provincia de Neuquén, Argentina”. Cuadernos de Antropología Social, núm. 25, 2007, pp. 111-132, UBA. Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=180914246006 · Ghioldi, Gerardo (comp.) 2009 "Historias de las familias mapuche LofPaichilAntriao y LofQuintriqueo. Mapuche de la margen norte del lago Nahuel Huapi" Biblioteca Popular Osvaldo Bayer. Archivos del Sur. Argentina · Nahuel, J (Coord.) 2013. “Huellas Y Senderos”: Relevamiento Territorial, histórico, social y cultural de la comunidad mapuce LOF PAICIL ANTRIAO. Observatorio de Derechos Humanos de Pueblos Indígenas. Neuquén, Argentina. Disponible en: http://odhpi.org/wp-content/uploads/2014/06/huellas-y-senderos_relevamiento-paicil.pdf · Recalde, A. 2009. “Cuaderno no 3: Modelos de desarrollo en la Argentina.Cuadernos De Trabajo Del Centro De Estudios Juan José Hernández Arregui. Disponible en http://www.odonnell-historia.com.ar/registros/doc/Cuaderno_N3-Modelos%20_de_Desarrollo.doc Original en: https://www.academia.edu/9266587/_Ensayo_sobre_el_Despojo_territorial_comunitario_del_Lof_Paichil_Antriao_en_Villa_La_Angostura._Modelos_de_desarrollo_implementados_y_la_intervenci%C3%B3n_del_Observatorio_de_Derechos_Humanos_de_los_Pueblos_Ind%C3%ADgenas_

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