El agua que extraen de sus pozos se encuentra contaminada por la presencia de hidrocarburos, extremo que se evidencia no solo con la simple vista de, por ejemplo las mochilas de los baños en el caso de la familia Sánchez, sino además estudios realizados en muestras que oportunamente extrajeron los funcionarios del DPA ponen en evidencia que existen hidrocarburos en las aguas de los pozos la que sería para el consumo humano.
Esta situación notoria pero no tan pública está en conocimiento de las autoridades de la Provincia de Río Negro, quienes hacen caso omiso a resolver la situación de nuestros vecinos.
En el día de hoy se está presentando un amparo ante el Tribunal Superior de Justicia que tiene por objeto que sea la Justicia la que obligue al Estado y a las empresas y/u organismos correspondientes, a realizar las obras para que estas familias puedan acceder al agua potable, solicitando como medida urgente el abastecimiento de agua potable envasada hasta tanto las obras se concluyan.
Los amparistas son en su gran mayoría personas de edad muy avanzada, gente que ha trabajado la tierra por años y con sus propias manos, que han dado empleo, que han dado mucho de ellos para hacer crecer la Fruticultura del Alto Valle, algo que durante décadas fue orgullo de nuestra Provincia.
Paradoja o gestión no correcta? En la zona habitada por éstos vecinos existe una Planta Impulsora de Agua inaugurada hace pocos años. Dicha Planta abastece de agua a una escuela rural y al Barrio “48 Viviendas” perteneciente al Municipio de Allen. El caño mayor pasa a escasos metros de muchos de los vecinos que no poseen agua potable por tener sus napas contaminadas, y pese a los reclamos nadie da respuesta ni menos soluciones.
Actualmente nadie tiene dudas de que el agua potable -como así también su saneamiento- es un derecho humano y es el Estado quien debe garantizarlo.
Los legisladores escucharon, ayudaron y continuarán apoyando a éstos vecinos, hasta que logren como mínimo se les asegure el goce de este derecho tan esencial como básico.