Que haces, ammigo?

por administrador · 8 diciembre, 2011

Homenaje de Proyecto Allen a nuestro amigo.

Por L. S.

¿Qué haces ammmmmmigo?, me decía cada vez que me veía. Acto seguido venía uno de esos abrazos fuertes fuertes que te dejaban sin aire un ratito. Nos sentábamos horas enteras a charlar mientras él se comía una pizza con un café con leche. Fútbol, fútbol y fútbol…era todo de lo que me hablaba. A veces metía algún bocado de la escuela o de su novia, pero la mayoría del tiempo me hablaba de fútbol. Debo confesar que apenas lo conocí me llamó la atención. Había algo en él que lo hacía diferente, pero no sabía muy bien que era. Pero mi espíritu inquieto y aventurero no se iba a quedar en el molde, tenía que saber que lo hacía distinto, único.

Podía aparecer una tarde con una caja de herramientas y maderas porque quería hacer un perchero. O aparecía con un teclado, se sentaba adelante de la tele y decía que chateaba con su novia. Te podía decir la formación de la selección de atrás para adelante sin repetir y sin soplar. O te podía recitar una payada improvisada.

Un día aparecía con un peinado engominado estilo tanguero, y al otro con un nido de caranchos en la cabeza. Con la pilcha era lo mismo. La única manera de sacarle la camiseta de Unión era que se pusiera la de Argentina o la de Arsenal. Era una bola de energía, pero si podía zafar de ir caminando al ciber mucho mejor. Todos los días tenía una salida diferente. Era mil personas en una.

En ese momento resolví el misterio. A partir de ahí ya sabía que era lo que lo hacía único y diferente. Él podía ser todo lo que quisiera, todo lo que fantaseara. Fue baterista de rock, carpintero, nueve de la selección, actor, novio, payador, contador de chistes, hermano, arquitecto, hincha de los magos, cibernauta, hijo, flogguer, amigo. No puedo dejar de pensar que siendo todas esas cosas, y muchas más, todavía tuvo tiempo de ser mi amigo.

Gracias por las risas amigo. Te voy a extrañar.

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