Los chicos del barrio
A los "chicos del barrio Guarnieri", y a todos los jóvenes, ya que en la memoria y en las pequeñas cosas cotidianas, encontrarán las raíces necesarias para ser los aguerridos árboles que construyan y cimenten las bases del presente. A mis hijos, a mis nietos.Agradezco a todos los vecinos que colaboraron dedicándome parte de su tiempo, abriendo las puertas de su memoria, recuperando recuerdos y anécdotas, brindándome documentacióny/o información, compartiendo historias y fotos familiares, satisfaciendo mi curiosidad y brindándome la sabiduría del pasado. Agradezco a los jóvenes del Barrio Guarnieri por permitirme narrar parte de sus aventuras diarias (otras son mera ficción) para compartirlas con los lectores.
I. S. B. N.: 987-9325-06-0 Suburbio Ra (grupo editorial independiente), 2000 © Elisa Ofelia Pérez, 2000. La edición sobre papel de este libro se terminó de imprimir en el mes de mayo de 2000. Subido a Internet el 30 de junio de 2000.Los chicos del barrio
Martes 23 de febrero Acabo de abrir el obsequio de despedida de mamá, un paquete muy mono con un lazo azul. Este será mi compañero, lo prometo. La verdad, nunca me imaginé escribiendo un diario, pero... el que dice: "de esta agua no he de beber..." El avión está elevándose. Un cielo gris plomo lo espera en las alturas. Buenos Aires se prepara para un día de lluvia. Quiero creer que el cielo llorará por mi partida. Me siento acongojado y furioso. En una semana mis padres se encontrarán en Tel Aviv, a miles de kilómetros de distancia. Deseo fervientemente acompañarlos. De nada valieron mis ruegos, súplicas, promesas de portarme bien y hacer caso estrictamente en todo. Ambos estarán muy ocupados en sus respectivas profesiones. Mi padre, ingeniero en petróleo, tiene que realizar estudios para la empresa multinacional en la cual trabaja. Mi madre, periodista, realizará reportajes, crónicas y algunos informes "en vivo", ya que consiguió ser designada corresponsal para el diario en la zona donde trabajará papá. Se instalarán por varios meses con residencias alternativas en Israel, Turquía, Arabia, Irak, Irán... Me fascina pensar en los siglos de historia que allí descansan y que yo hubiera podido contemplar... Me duele la decisión de mis padres de dejarme en Argentina con la excusa de que mil novecientos noventa y tres no es un año seguro en la zona en que ellos estarán; siento que me excluyen de sus vidas, no sólo por el amor que entre ellos se demuestran, sino por la resolución que tan firmemente adoptaron. —Es hora que nos pruebes cuán grande y responsable eres capaz de ser —dijo mi madre. —Viajarás al sur, a la Patagonia —agregó—. Te quedarás con la hermana de mamá. Ella te quiere mucho. Estarás bien. —Serán sólo unos meses —dijo mi padre. Yo insistí, quería ir. Me encanta viajar y compartir con mis padres todo lo que puedo, que no es mucho. Recuerdo muy poco a mi tía-abuela materna Ana. Quedó viuda hace algunos años y no tenía hijos. Mariana, hija de mi tía Sofía (hermana de mamá) que falleció con su esposo hace unos años, vive con ella. Yo nací en Allen, pero siendo pequeño mis padres se establecieron primero en Estados Unidos y luego en algunos países europeos. Hace tres años nos radicamos en Buenos Aires, aunque viajamos mucho a México, Perú y Colombia. Siento que me pierdo en el tiempo rememorando hechos y lugares. ¡Vaya! Casi sin darme cuenta pronto aterrizaremos en el aeropuerto de Neuquén. Este Diario, sin duda me ocupará todo el tiempo. Afloran a mi memoria las palabras de mamá diciendo algo así como: —Es necesario que conozcas y vivencies la historia del lugar donde naciste. Su vida cotidiana te ayudará mucho. Tenés que encontrarte con las costumbres, tradiciones, fastos, que algún día vas a necesitar. Olvidó decir para qué los voy a necesitar. Creo que fue una salida cómoda al problema de llevarme con ellos.
23 de febrero. Noche
Tía Ana resultó ser una mujer de cabello canoso, alta y muy activa. Recordé que la vi por última vez hace unos ocho años. La tristeza de sus ojos contrasta con su carácter alegre y bullicioso. Sencilla. Olvidó pronto las formalidades para "estamparme" un abrazo que me aprisiona y dos sonoros besos, uno en cada mejilla. Luego, miró con atención mis ojos y dijo: —¡Mmmmmm! No pareces muy feliz con este viaje. No te apresures a juzgar. Date tiempo. Tal vez cambies de opinión. Preferí no contestar para no desilusionarla desde el principio. Los "grandes" tienen la pésima costumbre de pensar en futuro mientras que yo, al menos, estoy viviendo ahora. Mariana me pareció una cría simpática, de quince años. Espero que no sea una niña malcriada y cargosa. No tengo ganas de ser niñero. Cargamos las valijas en el baúl del auto de mi tía. Es un vehículo un poco viejo. Nada que ver con el auto de mamá y menos el de papá que es importado. Tía Ana se sentó al volante, yo me acomodé a su lado y Mariana atrás. El camino hacia Allen despertó mi curiosidad, satisfecha por la guía de tía Ana que pareció conocer mis pensamientos y se adelantó a explicar todo lo que veía. A veces hablaba Mariana, pero muy poco, ya que parecía muy entretenida canturreando la música que escuchaba por radio. Me siento triste y no sé por qué. De pronto, tía Ana dice: —Martín, hemos llegado a Allen. Detuvo el coche para que contemple el acceso de entrada por la Ruta Nacional 22. —Este arco de acceso fue donado por la firma Natalio Faingold de Mendoza en 1969.[Luis Silenzi, Allen, relatos e historia, p. 95.] Además de las letras A L L E N, observo una gran manzana roja. No tengo ganas de hacer preguntas. Mi tía sonríe diciendo: —Es parte de la historia de la localidad. Continuamos viajando por el acceso, luego atravesamos por diferentes cuadras hasta que dijeron que habíamos finalmente llegado. Cuando abrí la puerta del auto para descender, el calor sofocante me abrazó y sentí que transpiraba profusamente. Mi tía y Mariana sonríen al ver que me seco la frente y el cuello con un pañuelo. Dicen al unísono: —¡BIENVENIDO! Apoyé un pie y luego otro, y otro paso más. ¡Y bien! Aquí estoy. Llegué a la Patagonia, me dije. Entre mis pensamientos, alcancé a escuchar que Mariana decía: —...el Alto Valle —completó mirando mi mano. Entonces, entramos a la casa y la frescura que me recibió, me gustó mucho.
24 de febrero
Las calles Tucumán y Misiones, justo, se cruzan en esa esquina. Tal vez, es obra de la casualidad. ¡Cuántas cosas se gestaron a partir de la casualidad! Tucumán es doble mano; en cambio, Misiones, que recién comienza en el cuatrocientos y corre de este a oeste, es de una sola mano, angosta. Tucumán es ideal para los "picaditos" de fútbol a cualquier hora que los chicos decidan patear un rato. También juegan al voley, a la paleta... El asfalto nunca fue escollo, aunque los vecinos se cansan de los gritos, sobre todo a la hora de la siesta. El terreno baldío de Tucumán y Pasaje Cacique Catriel, fue escenario de pistas de autitos y bicicletas; de vez en cuando, vuelve a cobrar actualidad, como ahora, que están planificando el entierro del Carnaval. El lugar preferido de reunión es la casa de la esquina de Tucumán y Misiones, allí donde antes vivía un zapatero con su esposa; él falleció y la casa se alquila; los chicos saludan siempre con respeto a los inquilinos porque les gustan las veredas anchas, la sombra acogedora de los árboles, y el hecho de que uno del grupo se siente en el cordón de la vereda, permite a los demás concurrir sintiéndose convocados por este solo hecho. Los padres no se oponen a estas reuniones ya que con sólo asomarse a la puerta de sus casas los ven. Todo esto me lo fue contando Mariana que consiguió así despertar mi curiosidad. Hasta allí llegué guiado por mi prima en un tardío atardecer donde aún se posan girones dorados sobre la copa de los árboles y el cielo arde en amarillos intensos y rojos. Saludo con timidez despectiva, pensando en mis múltiples amigos millonarios esparcidos por tantos lugares del mundo. Y me siento, yo también, en el cordón de la vereda. Charlamos. Aprovecho para contar con grandilocuencia anécdotas que dejan silenciosos a los chicos. Me siento importante. Sé que capté la atención de todas las chicas. Cuando tía Ana nos llama a cenar, Mariana con gesto adusto me indica que debemos regresar a casa enseguida. No comprendo qué le ocurre a Mariana. Entonces digo despacio, pero no lo suficiente como para que me escuche: —Debería sentirse orgullosa. —Mariana me dio vuelta la cara. Durante la cena, tía Ana escucha complacida mis historias. Mariana se retira temprano a su habitación diciendo que debe escribir su diario. Me llamaron mis padres por teléfono. Aproveché para platicarles lo acontecido en el viaje y en este primer día; les interesaron mis primeras impresiones de Allen. Tía Ana se retiró a dormir. Yo me voy a mi recámara para escribir también en mi diario, confidente obligado. En la casa reina el silencio y yo no tengo sueño. Voy a ver si Mariana está despierta.
Golpeé despacio y entré porque vi luz, entonces Mariana me espeta: —¿No sabés esperar a que te digan que podés pasar para entrar? —Pensé que no podías dormir como yo y tal vez, tuvieras ganas de charlar. —Pues te equivocaste. Estoy ocupada —me dijo. —¿Sabés que sos poco amable? —¿Quién lo dice? ¿Vos? —¿Puedo saber qué te pasa? —No me gustó cómo te comportaste con mis amigos. No tenés derecho a hacer lo que hiciste. —No hice nada, sólo les hablé de mis amigos. —Sí, y también de lo importantes que son. Sólo hablaste de grandezas. —Creo que no me conocés lo suficiente como para juzgarme tan duramente. —¿Qué? ¿También pensás decirle a tía Ana alguna mentira para que me rete así estarás más contento? —Repito: no me conocés. —Te comportaste con soberbia. Me sentí humillada. —Creo que a tus amigas les encanté. —Se sintieron deslumbradas. Es todo. Dentro de unos días, ¿qué pasará? ¿Acaso pensás irte dentro de una semana? ¿No sabés que todo se nota y al final lo que no es auténtico cansa? —Me quedaré unos meses hasta que mis padres regresen. No tengo otro remedio. —Claro, descargás tu frustración haciéndote el superior. ¿Quién te creés que sos? —Mariana, te propongo una tregua. Tal vez me equivoqué y actué mal. ¿Podríamos empezar de nuevo? —Lo arreglás muy fácil. Son mis amigos. Yo los quiero. Son los chicos del barrio. Vamos juntos a la escuela. Compartimos la mayor parte de nuestras cosas. —No pensé que para vos eso era tan importante. —Ahora ya lo sabés. Alguien dijo: "dime con quién andas y te diré quién eres". No quiero que nadie se confunda. Trato de ser honesta y sencilla como lo que soy. —Está bien. Pero la verdad siempre es relativa. —Martín —dijo muy seria y circunspecta—. Creo que no es el momento más apropiado para discusiones filosóficas. —Creo, prima Mariana, que tenés un carácter que se las trae. —Bien, creo que me estás conociendo. Cuanto antes, mejor. —De pronto, me dio sueño. Será mejor que vaya a mi cuarto —le dije rápidamente. Aproveho para escribir todo antes que me olvide. Después voy a intentar dormir.
Jueves 25 de febrero
Situada entre las bardas y el río Negro, haciendo gala del verde de sus chacras, donde crecen merced a la mano trabajadora del hombre, perales, manzanos, ciruelos, vides..., protegidos del viento patagónico por hileras tiesas y firmes de esbeltos álamos, se encuentra la ciudad de Allen. Sus pobladores, en su mayoría inmigrantes o descendientes de éstos, forman un conjunto heterogéneo que convive en armonía, o así me pareció esta mañana cuando acompañé a tía Ana en una recorrida por las calles de la ciudad a bordo de su coche. —Es una ciudad tranquila —dijo tía Ana—. Su principal motor económico lo constituye la fruticultura. Otrora fue la ciudad más floreciente del Alto Valle del Río Negro, la llamaban el Nilo argentino. "El Hospital fue un orgullo. Lo construyeron para dar respuesta a la salud de toda la región, desde el río Colorado al sur; de hecho, era regional. "Aquella chacra que ves allí pertenece a los descendientes de los hermanos Piñeiro Sorondo; ellos cultivaban vides que producían uvas selectas con las que se fabricaba el famoso champagne 'Barón de Río Negro'. Después te contaré la anécdota que origina el nombre. "Este parque industrial cuenta con todos los servicios. "En Allen tuvimos la Fiesta Nacional del Yeso. Desconozco la razón por la cual es ahora otra localidad la que se hizo acreedora a ella. En 1969 se festejó por única vez la Fiesta Provincial de la Manzana siendo elegida reina una hermosa joven de nuestra localidad. Actualmente continuamos siendo la sede permanente del E.E.F.A.I.P., como ves no todo se pierde. —¿Por qué perdieron lo que perdieron? —Todo es parte de la historia. Creo que vivimos lamentándonos y olvidamos el hacer. —Algo así como dormirse en los laureles. —Poco a poco conocerás la historia. —¿Cuándo? —pregunté no pudiendo explicarme la dilación. —Cuando tú quieras investigarla —agregó tía Ana. —Los misterios me fascinan, y la historia mucho más —dije en tono de burla reprimida. —Lo sé. Me lo dijo tu madre. Ella pidió que seas tú quien encuentre respuestas. Así se hará. Además, tengo que resolver el problema de tus estudios. —¿Por qué problema? —Bueno, a qué colegio concurrirás estos meses. Cerca de casa hay un colegio privado. —¿Los chicos del barrio concurren allí? —Los chicos del barrio van al Industrial, al Comercial, al Bachiller y, por supuesto, algunos al colegio privado. —¿A cuál colegio asiste Mariana? —Al Comercial. —Resuelto el problema. Yo también iré allí. —¿Estás seguro? Aún no me mostraste tu pase. No sé si habrá lugar, ni las materias que cursaste, si lo que estudiaste se adapta a la modalidad del colegio. —Tía, no te preocupes. Verás que todo estará bien. Soy un alumno aplicado. —¡Gracias a Dios! —dijo tía Ana. Desconozco el porqué de su exclamación. —Cuando llegue te mostraré la documentación que traje —dije pensando tranquilizarla. —Esta tarde iré al Colegio. No quiero que tu mamá se preocupe. Ella llamará de Tel Aviv y es mucha la distancia para comentarle un problema. —¡No sabés cómo me gustaría estar allá! —Lo sé, querido. Creo que la decisión de tus padres es acertada. La situación política de la zona donde ellos se encuentran es preocupante, peligrosa. —También lo es para ellos en este caso. —Ellos van por trabajo, Martín. Es distinto —me dijo. —Y yo iría por ser su hijo —agregué. —Ellos piensan en tu seguridad ante todo, querido. Te aman demasiado para considerar siquiera que algo te pueda pasar. —Tía, la vida es como un sueño. Nada es real. Todo pertenece al reino del misterio. —Ciertamente, Martín; ¿te dedicarás a escritor? —¿Por qué lo dices? —Por nada, por nada —replicó.
- - - - - - - - - - - - - - - - - La primera Fiesta Nacional del Yeso se festeja en Allen el 24 y 25 de febrero de 1973. Allen es sede permanente del Encuentro de Estudiosos del Folklore, Artesanías e Indigenismo de la Patagonia (E.E.F.A.I.P.)
Los chicos del barrio: juntos desde chicos, amigos desde la tierna infancia. Compartiendo los juegos, la calle, la escuela, los secretos y las risas... y el barrio.
26 de febrero
Vi que uno de los chicos estaba sentado en el cordón de la vereda en la esquina; sin pensarlo, le avisé a tía Ana dónde estaría y me dirigí hacia allí. —Hola —dije. —Hola —respondió Toni. —¿Y los otros chicos? —Vendrán enseguida. Algunos están rindiendo. El 8 comienzan las clases, siempre hay una semana sin exámenes antes de comenzar. —Mi tía irá a inscribirme esta tarde. —¿A cuál colegio irás? —Al Comercial, creo. —¡Qué suerte! Yo también voy al Mariano Moreno. Es el nombre del colegio. —¿Por qué se llama así? —Creo que por el prócer. La verdad no sé. No me interesó nunca. Por Misiones llegaban conversando Javier y David. —¿Cómo les fue? —preguntó Toni. —Y... bien —dijo David sin mucho entusiasmo. —Ellos estudian en el Colegio Industrial —dijo Toni. Desde el Pasaje Catriel y por Tucumán se acercaban Gabriel, Pancho, Pablito, Carlos y Marcelo (Teto, Zurdo o Liebre le decían a veces indistintamente). Toni me explica esto porque aún no conozco los nombres de los chicos. —Bueno, muchachos. Tenemos que comprar cosas para el muñeco —dice Marcelo. —¿Hacemos una "vaquita", o ponemos un poco de cosas cada uno? —Creo que lo mejor es que juntemos lo que tenemos cada uno primero —dice Gastón. Nadie se dio cuenta por dónde llegó. —Vengo de mi casa —dijo—. Estuve hablando con mi hermana y con Darío —agregó. —¿Ya vino de Roca? —preguntó alguien. —Sí —dijo Pablito—. Rindió y se tomó el colectivo para acá. —¿Cómo le fue? Pablito respondió con el dedo pulgar hacia abajo. Todos entendieron, hasta yo. —Hoy va a hacer calor. Podríamos organizar algo. Además, no nos olvidemos del Carnaval. —El muñeco podemos hacerlo el domingo. —No sé qué dirá Miguel. El es el de la iniciativa. —Podríamos organizarnos para ir a algún canal e invitar a las chicas. —¿Bañarnos en un canal?, ¿no es peligroso? ¿No está prohibido? —No, pibe. Acá nos podemos bañar en los canales. Es re-bueno. —Tendré que decirle a mi tía... —repetí no muy convencido. —Decíle que vamos al Canal Secundario sobre la Ruta 65 por el acceso Martín Fierro. Está re-bárbaro para saltar desde la baranda —dijo Fabián. Le expliqué que no sabía si iba a recordar todo lo que me dijo, pero que lo intentaría. —Mirá, no te preocupes, ella sabe dónde vamos. Ya que estás poniendo cara de "no entiendo nada", te diré que en 1907 se comienza a trabajar en una "Cooperativa de Irrigación" y en 1909 se inicia la construcción de los canales. Así, está el Canal Principal, de cemento; pasa acá cerca, al lado de la Cooperativa Millacó; después están los canales secundarios, como el que vamos a usar para bañarnos; tenés los canales terciarios, también te podés bañar en ellos, pero tienen menos agua; dentro de cada chacra hay canales de diferente caudal. Cuando quieras, te invito a la chacra de mi papá para que comprendas mejor. ¡Ah! Me olvidaba decirte que hay canales donde va el excedente de agua. —¡Quién iba a pensar que la cosa era así! —dije. —Bueno, ahora están organizados en Consorcios de Regantes que administran el suministro de agua para cada chacra y se encargan del mantenimiento de los canales exteriores a las chacras —me cuenta Silvina que estaba escuchando las explicaciones de Fabián. Silvina estudia para ser Ingeniera Agrónoma en la Facultad del Comahue en Cinco Saltos. Ella y Valeria relatan que este valle que hoy disfrutamos como un vergel con sus prolijas chacras, hacia 1880 era un territorio inhóspito donde crecían jarillales y vegetación compuesta por pastos duros o vegetación achaparrada resistente a los fuertes vientos que azotaban la región. Fue una labor dura, tenaz y los esfuerzos de los pioneros son los logros que hoy disfrutamos; agregaron que con la Campaña de Roca llegaron los primeros colonos como Tomás Maza y su hijo Gregorio; después Roque Galarce, José Escales, Juan Campetella, Trujillo, Rostoll, Benjamín Zorrilla, Pedro Pizarro, Genaro Fernández, Juan Fernández, Manuel Ruiz, Benito Huertas, Juan Reus, Carlos Sada, José Manzaneda, Bernardo Rodríguez, Nicolás Tarifa y otros que no sabían —completaron. —No te vi llegar —le dice el "Mono" a Mariana. —Vengo a buscar a Martín para almorzar —repuso. —Bueno —dijo Gastón—. Nos encontramos aquí a las dos, ¿les parece? No olviden invitar a las chicas para que se sumen a la partida. Todos asintieron. Cada uno partió hacia su casa. El sol en el cenit caldea aún los lugares a la sombra, pero todos nosotros ansiosos ante la diversión que nos espera, le agradecemos al calor.
26 de febrero. 14 hs.
Puntuales, en bicicleta y/o a pie, nos reunimos en la "esquina" y partimos charlando, riendo, gritando. Me llamó la atención la camaradería que comparten sin importar el sexo. Cuando hicieron un alto entre zambullidas, cantos, jugos y risas, aproveché para decirles algo así, más o menos: —Chicos: quiero disculparme con Uds. si es que ayer estuve un poco "agrandado". Por lo general no soy así. Tenía rabia porque me pareció que venir aquí no era importante. Hoy me estoy dando cuenta que estaba equivocado. Mariana anoche me lo reprochó enojada. Tal vez no lo comprendí enseguida. Me miraron y escucharon en silencio. "Teto" me alcanzó su botella de jugo y me dijo: —Nosotros somos todos amigos, desde chicos. Nosotros, mis hermanos y yo, vinimos a vivir a Allen en 1980, mi hermanita Yanina nació aquí. Fuimos a la primaria algunos juntos, otros no, pero siempre jugamos unidos y compartimos muchas cosas. Nos queremos y respetamos mucho. Luego, me saludaron golpeando sus manos abiertas con la mía derecha, todos y cada uno. Sentí que me estaban aceptando y no sé por qué, pero en mi corazón percibí una tibieza nueva. —Hay que ser valiente para reconocer públicamente los errores, sobre todo cuando se es joven y los códigos de popularidad son importantes —comentó Nuria. Cuando regresamos, la pequeña Yanina se dio cuenta que olvidó sobre la baranda del puente sus zapatos azules. Eran unos que quería mucho, pero...
28 de febrero
Hoy amaneció diáfano. Febrero se despide sonriente y los chicos piensan en el fin de las vacaciones. Hay algo que nos llama hacia el "campito". En el baldío se están congregando algunos padres como "asesores" con Miguel y los chicos, provistos de maderas, ropas viejas, cañitas voladoras, etc. Todos trabajamos o hacemos algo, miramos, vamos y venimos hasta nuestras casas. Se escuchan algunos gritos de los más chicos y palabras... dichas "sin querer". Finalmente y para satisfacción colectiva el muñeco se eleva y logran que se sostenga solo. Debe tener una altura de cerca de tres o cuatro metros. Ahora, el común denominador es la ansiedad. Chicos y grandes miramos el cielo con frecuencia y recibimos alborozados las primeras manchas oscuras. En la tarde todos jugamos al carnaval con baldes, bombitas, pomos... Recuerdo que en una oportunidad bañé a Pocha, la mamá de Pablito. El papá de Darío mojó a otro papá; en la calle todos corríamos y nos reímos mucho. Hacia las veintidós encienden la mecha preparada especialmente para iniciar la quema del muñeco. Los vecinos congregados en las cercanías contemplan los festejos de los chicos. Algunos se animan participar. Todos charlamos animadamente. Sobre la medianoche se impone el silencio. Cada familia se dirige a su hogar. En la tranquilidad de mi dormitorio puedo meditar y escribir en este diario. Tengo que confesarme algo: yo creí que tenía todo resuelto. Ahora llegan las dudas. ¿Quién soy verdaderamente? Creo que tengo que prestar más atención a los detalles. Debo indagar y conocer la historia de mi familia, sus raíces. Me gustan los chicos del barrio. Me siento muy bien con ellos. Igual, quisiera estar con mis padres. Me deben una aventura.
MUY IMPORTANTE Debo tener en cuenta lo que dijo la mamá de uno de los chicos: "Quien pierde la memoria, hipoteca el futuro". Creo que es hora de dormir, tengo mucho sueño.
3 de marzo
Nos vamos juntando de a poco a la sombra acogedora de los árboles. Ahora me doy cuenta por qué a los chicos les gusta tanto este lugar. Gabriel patea sistemáticamente el pavimento. Necesita hacer algo para no aburrirse. —Che, ¿te acordás cuando el asfalto llegaba sólo hasta esta calle? —dice Fabián T. —Claro —responde Pancho—. Cuando nosotros llegamos al barrio, la cuadra de mi casa era de tierra. Cada vez que llovía se formaban lagunones. Hacíamos barquitos de papel y los poníamos a navegar diciendo que eran ríos o lagos. —Entonces, ¿cuándo asfaltaron? —pregunté. —Como en el '82 creo —dijo Marcelo. —Yo me acuerdo cuando se hacían las reuniones en la fábrica de mosaicos de Marinozzi —dijo Gastón. —Sí. Todos los "viejos" (nuestros padres) iban. Las reuniones se hacían de noche así todos podían concurrir —agregó Andrea. —Al final se pusieron de acuerdo. Cada vecino aportó una cantidad de bolsas de cemento o el dinero correspondiente y la Municipalidad el trabajo y máquinas —dijo David. —Cómo nos divertíamos nosotros escuchando hablar y opinar a los "viejos" —recordó el "Mono". —Yo sabía acompañar a mi mamá —dijo Pablito. —Son muy unidos en el barrio por lo que observo —opiné yo—. Los otros días estuve viendo fotos viejas que me mostró mi tía. Me habló también de los canales que había en el pueblo. Sobre todo recordó uno que estaba ubicado sobre las veredas de la derecha de las calles que hoy se llaman Belgrano y San Martín. A la vera del canal había árboles que daban sombra y se acostumbraba, según mi tía, a caminar allí como paseo. —Sí, sé que existía, pero no sé cuándo lo sacaron —dijo Silvina. —También me contó que en invierno helaba mucho con temperaturas de -5 ó -7 grados C y se congelaba el agua, entonces los chicos aprovechaban para patinar —agregué haciéndome el sabelotodo. —Podríamos jugar a algo —dijo Daniela—. Nos estamos aburriendo. —¿Qué tal un partido de voley? —¡Hecho! —dijeron varios. Armaron enseguida dos equipos donde se repartieron chicas y chicos por igual. Yo me quedé charlando en un costado con Marina. Mariana de vez en cuando nos miraba y sonreía pícaramente. La tarde concluyó cuando nos llamaron a cenar. Alguien dijo de volver a encontrarse más tarde.
Viernes 5 de marzo Fui caminando hasta el canal, al lugar donde nos bañamos. Decidí observar más de cerca el tema de los canales. Las paredes del canal secundario, al menos cerca del puente, tienen piedras bocha, debajo hay un polietileno impermeable negro que las separa de la tierra. Con un sistema de compuertas pasa el agua a los canales terciarios que pasan frente a las chacras y regulan el caudal de éste. De los canales terciarios se desprenden otros que van al interior de las chacras. Paralelo al canal terciario hay aquí un canal de desagote o desagüe. Mirando todo esto, me detuve frente a la entrada de la chacra Nº 41. Vi una casa cuyo estilo me decía que había sido construida muchos, muchos años antes, con una acogedora galería al frente. Allí había un hombre mayor. Llamó mi atención. Me acerqué a conversar con él, de puro metido que soy. Sonrió ante mis preguntas. Sus ojos negros se pierden en la lejanía y con una personal forma de narrar los recuerdos, intentando atrapar el tiempo me habla de su abuelo y de su padre. Comienza desde el lugar de origen: Guaymallén (Mendoza) y la Expedición del General Roca. Ellos vinieron con su ganado, luchando por dominar la agresividad del suelo árido. Y el viento, ese viento constante que azotaba despiadadamente y que al recordarlo aún lo estremece. Atesora en su memoria la riqueza de haber vivido instantes cruciales en el desarrollo del pueblo. El nació aquí el 11 de diciembre de 1915. Una vida de trabajo y lucha se evidencian en cada pliegue de su rostro. Desgrana los recuerdos con cada foto o con cada documento que encuentra: su tío, Ernesto Frestet, fue el primer fotógrafo de Allen, y gracias a él puedo contemplar reuniones, fiestas, allá, hace mucho tiempo rayano el olvido. Desfilan en su relato los pioneros con las tareas de emparejar suelos indómitos, curar la tierra agreste, sembrar alfalfa... por allí, Bonos de la Cooperativa de Irrigación (1907-1910) de fecha 31/07/1914, atestiguan sus dichos. José Escales, la inundación, Don Patricio Piñeiro Sorondo, el ferrocarril como dimensión de comunicación y deseos de quebrar distancias, de acercar colonos y medieros con las ciudades, aliviando bueyes y carretas para largas travesías. Recuerda la inauguración del Hospital Regional y al Dr. Accame. Me relata que una noche sintió dolores intensos en un costado, en la cintura y aparecieron en ese lugar granos muy feos. ¿A quién llamaron? A doña Pereyra, una curandera que vivía en el Barrio Norte, que había sido cautiva de los aborígenes y allí había aprendido su ciencia de curar. Hizo que le escriban con tinta en el lugar donde estaban apareciendo los granos: Jesús, María y José. Luego le colocó un ungüento del que sólo ella conocía sus componentes, pero él sospecha que entre otras cosas tenía bosta de vaca hervida. Y se curó de la "culebrilla". Afloraban a su memoria, con emotiva emoción, los sucesos del día que encontró la chapa de hierro que fue colocada en la cruz de la tumba de su abuelo. Pude leerla. Escrita artesanalmente. Dice la edad, pero no el año de fallecimiento. La guarda con inmenso cariño en un cajón de su escritorio. No tuvo hijos, lo dice con tristeza. Recuerda que un día se cayó un niño al canal principal. El se sacó los zapatos y se arrojó a las aguas. Pudo salvarlo, luego de dramática lucha por encontrarlo y de poder salir ambos muchos, muchos metros más abajo de donde sucedió el hecho. Vecinos llevaron al niño a su casa. Allí, una madre viuda esperaba a su único hijo. Envió al médico, pero nunca supo cómo se llamaba el niño, ni dónde vivía. Muchos años después, va a un aserradero. Un joven se acerca, de los que estaban trabajando y lo saluda con mucho afecto. El no recordaba quién era, entonces le dice: "Ud. salvó mi vida. Me arrebató a las aguas del Canal Principal. ¿Se acuerda?" La voz se quiebra y sus ojos se humedecen... Este hombre que tuvo una participación activa en la vida de Allen, es nada menos que Don Gregorio Maza, hermano del Juez Isidoro Maza. No hacen falta más presentaciones. Hay personas cuyas obras trascienden por sí solas. Regresé tarde a casa. Tía Ana me amonestó. Estaba muy preocupada. Apenas cené, me encerré a atesorar mis recuerdos. Mamá y papá me llamarán enseguida. Quiero contarles todo.
11 de marzo
Las clases comenzaron como estaba previsto el 8 de marzo con las sombras agoreras de conflictos docentes y paros, aparte de eso, la novedad la constituye que el Bachiller con Orientación Docente tiene su propio edificio a partir de este ciclo lectivo. Antes compartían el edificio del Colegio "Mariano Moreno" tres establecimientos, si es que no entendí mal: a la mañana funcionaba el B.O.D. (Bachiller con Orientación Docente), por la tarde el Comercial Nº 1 y a la noche el Comercial para Adultos. Según me contaron, unos años atrás el Colegio Industrial ocupó algunas aulas hasta que se construyó su moderno edificio sobre Brentana entre España y Sáenz Peña, en la misma manzana que el "Mariano Moreno".
12 de marzo
Tía Ana desempolva una caja con fotos y recortes de diario; nos mostró a Mariana y a mí dónde funcionó la primera escuela secundaria de Allen y nos contó: —Recuerdo que fue en 1957, sí, aquí lo tengo anotado, el 24 de noviembre, se reunieron en el Salón Municipal en Asamblea, varios vecinos que gestan la creación de un colegio secundario. Eligen una comisión presidida por el Dr. Marcelo Moneta a quien acompañan Juan Tarifa, H. Silvetti, Carlos Digiuri, Pedro Insúa, Jaime Encán, Raúl Calib, José Prospitti, Primo Campetella, Antonio de la Cruz, Raimundo Ferroni, Julio Tortarolo. El Colegio Secundario Provincial "Mariano Moreno", según yo lo tengo aquí anotado, fue creado el seis de marzo de 1958 e inaugurado el 17 de dicho mes y funcionó en un local del Sr. Lazzari (que aún se conserva y tía promete mostrármelo), hasta que se edificó el actual edificio. Recuerdo que cuando se colocó la piedra fundamental actuaron como padrinos el Gobernador Dr. Castello y la rectora señorita Haydée Silvetti, y lo hicieron en un terreno cedido por la Municipalidad. Fue un día de fiesta para Allen. Lean este recorte de diario, pero no me lo estropeen que ya está muy viejo —nos dijo. —¡Cuántos recuerdos, tía! ¡Hasta recortes de diarios tenés guardados! —le dije. —Sí. Confieso que mis ojos se humedecen al acariciar estas fotos. Cada vez que abro mis recuerdos guardados en este álbum, siento una emoción punzante que me oprime el pecho. ¿Congoja? No. Creo que es orgullo. Me detengo en cada foto, que me insume varios largos minutos por página. Aquí está prisionera la historia de mi infancia, mi adolescencia. ¡Mi vida! Y en ella mi esposo al que aún amo. Vimos tan triste de golpe a la tía, que Mariana y yo al unísono dijimos tener mucho sueño. Yo no sabría cómo consolarla. La muerte, en este caso, no tenía retorno. Mi tía no pudo tener hijos. No creo que nosotros suplamos esa ausencia, ¿o tal vez sí?
Sábado 13 de marzo
Gaby trajo una perra que encontró sin dueño. Los chicos la acariciaron y le dieron de comer. Tendrá unos 20 cm de altura. Es muy juguetona. Los chicos le hacen bromas a Gaby porque siempre recoge animales abandonados y les busca dueños. Esta perra la llevará a su casa; le puso de nombre "Laika", aunque no tiene nada que ver con la perra rusa. Pregunté de qué raza era para que le demuestren tanto aprecio. Respondió que era "Cualunque". A mi cara de no conocer esa raza, todos rieron. Dijeron que la traducción era: "cruza de calle con vereda". Sólo atiné a acariciar a Laika.
* Datos históricos del Colegio Secundario "Mariano Moreno" extraídos del Libro histórico del establecimiento y otra documentación allí existente.
Los chicos del barrio: en casa de Toni.
14 de marzo
Sé que no es necesario que les escriba, pero igual quiero, necesito hacerlo, aunque sea nada más que para decir: Querida mamá: Las clases adquieren poco a poco la rutina que será habitual. Formo parte de un numeroso grupo de chicos de 4º 1ª del Colegio Comercial Nº 1 "Mariano Moreno". Según los chicos, ésta será la última promoción de Peritos Mercantiles ya que el colegio cambia su modalidad. Estoy bien, pero no tanto como si estuviera con Uds. Tía Ana me mostró fotos y narró algunos fragmentos de historia de la localidad. Logró despertar mi curiosidad. Estoy haciéndome muy amigo de los chicos del barrio. La mayoría estudia en el mismo colegio al que concurro, aunque algunos asisten al Industrial y otros al Bachiller. Posiblemente comience a practicar voley o basquet en el Club Unión. Queda muy cerca de la casa de tía; son los deportes que practican varios de los chicos del grupo, por eso no sé con cuál quedarme. Los chicos están organizando un partido de fútbol con chicos de otro barrio. Adjunto una foto que me saqué con el valle dorado de fondo. La tomamos ayer desde el Mirador de Neuquén. La vista de allí es impresionante. Las chacras constituyen un damero en el que alternan amarillos, ocres, esmeraldas y una vena azul; rodeadas por las bardas agrestes en las alturas y a sus pies los médanos vencidos por el trabajo del hombre. Recuerda que espero todos los sábados tus llamados. Dile a papá que me encantaría comprarme una bicicleta. Recuerden que los quiero y los espero. Un beso de
Martín
Creo que con algunos retoques de sintaxis estará lista para ser enviada.
16 de marzo
Toni y Gastón estaban en la esquina y de a poco nos reunimos todos. Cuentan anécdotas más o menos cómicas. De pronto, se acordaron que hace unos años, cuando aún iban a la primaria, unos seis o siete años atrás, en vacaciones, decidieron que tenían que hacer algo para juntarse unos pesos, se organizaron y fueron a hacer cajones a lo de "Martínez". No sé qué será, supongo que algo así como un aserradero. La cuestión es que los más chicos armaban los enrejados y Marce terminaba de armar el cajón. Cobraba uno y se repartían el dinero. Dejaron porque se machucaron todos los dedos a martillazos y más de una vez tuvieron que rehacer el trabajo. Consecuencia: ganaron aproximadamente entre 0,60 y 0,80 ctvs. cada uno. Ellos cuentan que estaban muy orgullosos con ese dinero, pero que les pareció muy poco salario. Se compraron bombitas para el carnaval y otras cosas así.
Miércoles 17 de marzo
Parece que el partido de fútbol será la próxima semana. Tenemos que entrenarnos.
Sábado 20 de marzo
Estoy esperando el llamado de papá y mamá. Hoy nos entrenamos en el campito. Llegué todo sucio, lleno de tierra. Tía me señaló el baño sin decir nada. Tuve que lavarme las zapatillas. Es la primera vez que lo hago. No quedaron muy blancas. Mariana se rió porque no sabía cómo lavarlas mejor.
Domingo 21 de marzo
Fuimos a una chacra. La pasé bárbaro. Me permitieron manejar un tractor. Me explicaron cómo se cosecha la manzana. Descubrí muchas cosas interesantes. Estoy tan cansado que me iré a dormir. Mañana temprano tengo que ir a la escuela.
Miércoles 24 de marzo
Tenemos mucho que estudiar. Postergaremos el partido de fútbol. Mejor, así podré entrenarme un poco, soy bastante "pata dura", según los chicos.
Viernes 26 de marzo
Recibí carta de mis padres. Me enviaron dátiles y algunas fotos-postales. Me gustaría mucho estar allí, aunque no lamento lo que estoy viviendo, me está gustando estar aquí. Disfruto la libertad de mis movimientos. Aquí vivo tranquilo y seguro.
Miércoles 31 de marzo
No todo es color de rosa. Tengo que colaborar con los mandados y algunas tareas hogareñas; además, tengo bastante para estudiar. Estoy practicando voley y basquet, lo que no me deja mucho tiempo libre. Tengo que decidirme por uno.
Jueves 1º de abril
Se decidió que esperaríamos Semana Santa para disputar nuestro partido de fútbol. No falta mucho. Estuve charlando con Analía y Cristina. Me invitaron a escuchar música a la noche en nuestra esquina. Fueron a la Radio "Armonía" y le pidieron a Roberto Mendoza algunos temas que dedicaron. No me lo voy a perder. La mayoría de los chicos irá.
Viernes 2 de abril
Las escuelas primarias han comenzado a estudiar los acontecimientos de la Semana de Mayo y la Fundación de Allen; se organiza una gran fiesta para conmemorar el aniversario de la ciudad. Los mayores vamos a colaborar con los más chicos.
Sábado 3 de abril
Nos juntamos en la esquina. Están: Analía, Cristina, Fabiana, Marcela, Roxana, Silvana, Yanina, Mariela, Silvina, Daniela, Marina, María Marta, Mariana, Marcos, Toni, Javier, Pancho, Gaby, Marce, Gustavo "Chocolate", David, Gastón, Pablito, Darío, Carlos, Edgardo, Nicolás, Fabián, y tal vez alguien más que se me pasó por alto. Jugamos un partido de voley y luego decidimos que practicaríamos más tarde un poco de fútbol. Las anécdotas escolares están a la orden del día. Hay algunos romances en el grupo. A mí me gustan dos chicas. No sé por cuál decidirme. Algunas están charlando muy animadamente de hockey. Valeria y Mariana integran el equipo. Están copadas con las polleritas y remeras que usarán. Nosotros, los varones, también. Trataré de ir a verlas.
Martes 6 de abril
Hoy me retrasé y no llegué a la hora convenida para reunirme con los chicos. Tuve que hacer mandados para mi tía. Los chicos me dijeron que no era nada con tal que no suceda el sábado que es el partido con los chicos del barrio de Emiliano. Este es famoso por sus ocurrencias. —¿Dónde jugaremos? —pregunté. —En la canchita al lado de la de los "sapos". —¡Vaya nombre! ¿Por qué se llama así? —¿Por qué crees? —dijeron. —Quiero conocerla —dije—, para saber si le hace honor al nombre. —Che, Martín —dijo Darío—. Será mejor que la conozcas antes para salvar cualquier eventualidad si se te hace tarde. —Sería lo mejor, pero no sé a qué te referís con eso de si se me hace tarde —respondí. —Te vamos a contar una anécdota: "Cuando éramos más chicos, íbamos a la primaria todavía, se organizó un torneo de fútbol en Fernández Oro. No se necesitó mucha convocatoria para reunirnos, sobre todo porque el que nos organizaba era el maestro, papá de Pancho, Gaby y Teto, entonces el permiso era concedido sin problemas. Además, para trasladarnos nos llevaban el maestro en su Ford Sprint; la Pocha, mamá de Pablito, en su coche; el papá de "Petete" en su camioneta; el papá de Rodolfo C., el papá de Guillermo H. Eran varios los que colaboraban. Nos fue bien en el campeonato. Nos entrenábamos en un terreno baldío en la otra cuadra al atardecer y los padres charlaban sobre estrategias, la verdad que teníamos varios D.T. A veces entrenábamos en la calle. Cualquier lugar era bueno para nosotros. Nos pasábamos horas discutiendo posiciones, jugadas estratégicas, gambetas, chilenas..., todo era practicado después. Llegó el último partido, el decisivo. Era un miércoles. El primero y segundo puesto estaban echados a la suerte del ganador y perdedor del encuentro. A las siete, muy ruidosos, estuvieron presentes Gastón, Rodolfo "Topito", "Petete" S., Toni, Pablo, Gaby, Pancho, Carlos, Darío, Pablito, Fabián, Guillermo H. "Rulo", las chicas que hacían hinchada y eran infaltables, los padres con los autos; recuerdo el R-12 blanco de Pocha lleno hasta más no poder como todos los vehículos. A todos les llamó la atención que faltaba alguien, pero... pensaron que ese día no iría; lo esperaron quince minutos y luego se fueron. Eran casi las veinte y treinta cuando estaba por comenzar el partido cuando uno de los chicos dijo: —¡Miren! ¡Ahí llega Daniel! Y efectivamente, Daniel llegaba con su "bici" en la mano, colorado, pero con muchas ganas de ser parte del equipo que ese día defendiera el nombre del barrio "Guarnieri". El partido fue emocionante: primero hacemos un gol. Ninguno iba a quedarse con una derrota así nomás, llegó el 1 a 1, luego 2 a 2 y concluyó con la victoria de los "Guarneritos" por 4 a 3. ¡Un partidazo! jugado y disputado en cada sector de la canchita. La euforia con la Copa en la "vuelta olímpica" fue acompañada por la fervorosa hinchada del barrio. Cuando, antes de partir, el maestro le dice a Daniel: —¿Qué te pasó que no viniste con nosotros? Te esperamos para traerte y llegaste con la bicicleta en la mano y caminando... —¿Sabe? —dijo—. La bici se me pinchó en el camino, pero como yo sabía que había una camioneta para traerla a la vuelta, no me importó y seguí a pie con ella. —Pero... decíme: ¿Por qué no estuviste a la hora fijada para venir con todos? —La verdad, me porté mal y mi papá me castigó. Estaba cumpliendo mi penitencia y las ganas de jugar fueron más fuertes que el miedo a la paliza así que me escapé por la ventana de mi cuarto, saqué la bici y ahora... ahora tengo que volver a casa. Daniel con su bici y sus pocos años se fue persiguiendo una ilusión: cinco kilómetros en bici y dos a pie. Llegó, jugó como si nada, fue uno de los ganadores, pero para regresar a casa pidió la compañía de un padre del grupo para que calmara a su progenitor por su escapada. ¡Qué Daniel!" Entonces comprendí por qué me enseñarían el lugar, aunque mi tía no me castiga y mi padre está muy lejos...
Sábado 10 de abril
Hoy, al fin, jugamos el partido de fútbol. Todo marchó muy bien hasta que ganamos; entonces Gaby dijo: —¡Corramos! ¡Dale! ¡No te quedés parado! Yo no entendía nada, pero bien pronto comprendí: el equipo vencido, sus enojados jugadores, piedras en mano, nos corrieron más de una cuadra. No sabía que había perdedores así. La próxima vez me entrenaré en carrera también. Por ser Sábado de Semana Santa acompañaré a tía Ana y Mariana a la Iglesia. Mamá tendrá que llamar mañana.
Martes 13 de abril
Comencé a investigar sobre la fundación de Allen. Fui a la Biblioteca. Casi no se consigue material. Nuria y Mariela me prestaron carpetas que confeccionaron con recortes y fotocopias. Es difícil conseguir datos.
Miércoles 14 de abril
Hablé con una profesora de historia del secundario, la Sra. María Inés Mariani. Cuando se recibió de profesora elaboró su tesis investigando la historia de su pueblo, luego ciudad. Muy amablemente me contó algunos hechos que voy a comentar más adelante cuando los ordene.
Jueves 15 de abril
Querida mamá: ¿Te acordás de la Iglesia donde te casaste con papá, la misma donde te bautizaron? Estuve preguntando por ella. Me llevaron y sólo vi un terreno baldío. No entendía nada. Parece, según me aclararon, que una pared corría peligro de derrumbarse. El cura párroco informó a los feligreses, pero nadie pensó en la gravedad de lo dicho; un día no estuvo más: fue demolida por razones de seguridad. Pensé en Catalina Piñeiro Sorondo y todas las señoras que colaboraron para levantar ese edificio que albergó a la patrona de la localidad: Santa Catalina. Acabo de comprobar que existe una realidad que necesitamos ver y otra que necesitamos comprender. ¿Es pecado la indiferencia? ¿Cómo se logra el compromiso personal? ¿Para qué sirve la memoria? Tengo miedo, mamá. Miedo de que un día yo esté distraído y alguien demuela o, tal vez se derrumbe solo mi templo interior, y yo esté tan ocupado que no me dé cuenta hasta que sea demasiado tarde, y sólo me quede ser otro Jeremías y vivir de lamentaciones el resto de mis días. Te adjunto una foto que conseguí para vos de recuerdo. Yo tengo la mía. La guardaré como testimonio. Creo que es una responsabilidad colectiva. Un beso grande
Martín
P.D.: La copiaré tal cual, me gusta cómo quedó.
Domingo 18 de abril Las chicas se juntan a leer poesías: Neruda, Machado, Bécquer, Alfonsina Storni, Gabriela Mistral, Juana de Ibarbourou; descontado que eligen todo lo romántico y las releen varias veces. Parecen enamoradas del amor. Tengo curiosidad por leer el Diario de Mariana. Seguimos dedicándonos canciones por la radio FM "Armonía" en los programas de la mañana, la tarde y la noche. La radio está cerca, por eso en una escapada estamos allí. Es re-copado el locutor, nos comprende enseguida.
Lunes 19 de abril
Charlando con los chicos del colegio me enteré que "Piero", el cantautor, es de Allen. Me sorprendí. ¡Cuántas cosas tiene Allen que debo descubrir!
Martes 20 de abril
Tía Ana volvió a desempolvar su álbum de fotos. Saqué fotocopia de algunas para enviarle a mamá. Sigo jugando al voley. Es un grupo pequeño que pese a llevar el nombre del Club todo lo hacen los jugadores a pulmón: además de la cuota social, se paga una cuota por el deporte que se practica, luego hay que pagar Federación, juntar dinero para comprar pelotas, camisetas y pantalones, se debe contribuir al Club para pagar la luz, calefacción, que ocupamos y costearnos la movilidad para jugar en otras localidades. Si tenemos que pernoctar hay que prever el alojamiento y demás. No tenía ni idea de que practicar un deporte demande tanto sacrificio.
Sábado 24 de abril
Mariana está enamorada. La apoyaré. El agraciado es amigo, pero hablaré con él. Esta noche vamos todos juntos a bailar. Pienso yo también en arreglarme con una de las chicas: Ana. Estoy enamorado.
Lunes 25 de abril
Me dijo que sí. Estoy feliz.
Martes 26 de abril
No me puedo concentrar y tengo muchísimo para estudiar. Escucho música todo el día. Llamaré por teléfono a la radio FM "Armonía" para dedicarle música. Me siento grillo. Todo es hermoso a pesar de la lluvia. Mi corazón canta con la brisa, con las hojas, los colores y hasta con la profesora de biología que me pondrá un uno si no estudio.
Viernes 30 de abril
Mariana mañana tiene que jugar un partido muy importante al hockey. No para de hablar con Valeria. Marta D., la mamá de Valeria, se encarga siempre de llevarlas, traerlas, etc. Creo que es la Delegada ante la Federación. Todas las chicas se reúnen en su casa para partir desde allí. Yo iré con tía Ana y algunas chicas.
Sábado 1º de mayo
Las chicas ganaron. Jugaron un partidazo. ¡Bien por ellas! Mañana juego al voley. Espero que me vaya como a ellas.
Lunes 3 de mayo
Leí datos biográficos de Santa Catalina; me enteré que nació en Alejandría (Egipto). Era muy hermosa, rica, inteligente, estudiosa. Leía mucho, un dato curioso para las mujeres de esa época. Se bautizó siendo adulta y dio muestras de su fe. En el año 307, el emperador Maximiliano organiza un sacrificio en agradecimiento a sus dioses paganos obligando a asistir a todo el pueblo con la amenaza de la muerte a quien no cumpliera. Catalina quiso disuadirlo de su actitud; enojado el emperador, decidió someterla a una disputa con los sabios de la época. Catalina los deja admirados demostrándoles lo absurdo de sus creencias y consiguiendo que ellos admitieran que Jesucristo era Dios. El emperador quiso terminar con la situación y se le ocurrió torturar a Catalina atándola a una rueda con púas y clavos que hizo fabricar para destrozar el cuerpo de la joven. La rueda se rompió milagrosamente sin dañar a Catalina. Ante esto, Maximiliano decreta la muerte de Catalina que muere degollada el 25 de noviembre del 307 d.J.C. La iglesia la santificó proclamándola patrona de la juventud, de los estudiantes y los investigadores.
Martes 4 de mayo
Estuve ocupado investigando y concluí que la historia del crecimiento del Valle nace con la lucha denodada de los colonos para vencer la aridez del desierto patagónico. Luego de despojar a los indios de sus tierras (Campaña dirigida por el Gral. Roca), poblar la región para su aprovechamiento agrícola era muy importante. Este inmenso territorio fue dividido en gobernaciones (1884). El tendido de líneas férreas y el telégrafo fueron de gran ayuda. Algunos pobladores llegaron con las milicias, otros fueron inmigrantes. Estos sacrificados colonos debieron luchar contra el desierto, el viento y la falta de agua, debiendo recorrer grandes distancias a caballo o en sulky. La Primera Cooperativa de Irrigación del Alto Valle (1907), inició la construcción de una red de canales (1909) que llevarían este vital elemento a los distintos rincones de la Colonia General Roca.
Miércoles 5 de mayo
Hoy en la esquina, les pregunté a los chicos sobre la fundación de Allen. Sólo pudieron explicarme que todo se lo debemos a Patricio Piñeiro Sorondo. Trataré de seguir investigando. Este fin de semana vamos a ir a bailar a una confitería de Roca. Los chicos están ansiosos. Creo que me contagiaron su entusiasmo.
Jueves 7 de mayo
No encuentro datos sobre la piedra fundamental de la fundación de la localidad. Obtuve respuestas bastante diferentes de los adultos a los que consulté. Ninguno acertó con el mismo lugar. Los chicos me miraron con cara de otro planeta y no entienden por qué lo considero importante. Les expliqué que para mí significa algo así como punto de partida, una decisión acabada, madura y concreta para cimentar las bases del futuro. Algo así como la semilla de los padres gestando el nuevo ser. Se ríen de mí y de mis formas de pensar. Realmente, como dicen, ¿tendré ideas extranjerizantes? Igual voy a seguir investigando, una vez que se empieza la semilla de la curiosidad pica, pica... Recuerdo un proverbio español que dice: "Nadie aprende con la experiencia de su padre"; yo prometo que voy a obtener mis propias conclusiones, aunque no sean importantes.
Los chicos del barrio: La amistad: muy importante.
Domingo 16 de mayo
Es el cumpleaños de Valeria. Vamos a ir todos de sorpresa a festejarlo. Mamá llamó anoche. Hablamos muy poco. Papá estaba en Beirut y no pudo llamarme. Me fui a bailar y por primera vez tomé hasta marearme. Cuentan los chicos que hice las mil y una piruetas. Me trajeron a casa, solo no creo que pudiera encontrarla. Tía Ana guardó silencio y Mariana no hizo comentarios, cosa que les agradezco a las dos. Estuve tan descompuesto que almorcé caldo de gallina.
Lunes 17 de mayo
Mañana tendré prueba de Física y de Matemática. Tengo mucho que estudiar.
Jueves 20 de mayo
Al fin entendí: el 25 de Mayo es el Aniversario de Allen por tradición oral y el 29 de setiembre es la fecha de aprobación del trazado del pueblo. O sea:
Ante una nota de solicitud de los colonos pidiendo la creación de un nuevo pueblo a la Dirección de Tierras y Colonias, el Presidente de la Nación, Dr. Figueroa Alcorta, firma un decreto con fecha 16 de julio de 1909 autorizando el trazado del nuevo pueblo designándose al Ingeniero Pascual Quesnel para que realice los trabajos de mensura. Finalmente, el 29 de setiembre de 1910 se aprueba el trazado del pueblo de Allen normádose ubicación, reserva de manzanas, características de las futuras casas, etc. Pero, el 25 de Mayo de 1910, conmemorando el centenario de la Revolución de Mayo y la inminente aprobación de los planos del trazado del pueblo, los colonos entre los que se encontraban: don Patricio Piñeiro Sorondo, Pascual Quesnel, Francisco Guarnieri, Juan Tarifa, Torres Ardiles, Alfredo Haneck, Orestes Amaya, Gregorio Maza y otros pioneros, se reunieron en torno al Campamento de la Dirección de Tierras y Colonias, entonaron el Himno Nacional Argentino, izaron la Bandera, hablaron don Patricio Piñeiro Sorondo y don Pascual Quesnel; todos dieron por fundado el pueblo; luego, compartieron un asado a la criolla en la finca "Los Viñedos", propiedad de los hermanos Piñeiro Sorondo. Lo que escribió la profesora de historia al respecto me fue de gran ayuda para entender este intrincado suceso.
Viernes 21 de mayo
Esta semana es de mucha actividad por el aniversario de la localidad. Sin descuidar mis obligaciones, concurriré a muestras y exposiciones. Debo jugar al voley ya que participo del equipo que será parte del torneo aniversario que organizamos.
Martes 25 de Mayo
Hoy fue un día de emociones y tristezas. Me peleé con Ana, una relación que no funca, no sé por qué. Creo que es mejor que sigamos siendo sólo amigos. Me divertí mucho en el desfile. Liliana, una chica de quinto, me miró insistentemente toda la tarde. Los chicos me dicen que me tire a la pileta. Les haré caso y después veré qué resulta.
Sábado 29 de mayo
Es el cumpleaños de Nuria. Nos reunimos en casa de Gaby, Pancho y Teto. Comeremos asado que preparará el padre. Iremos todos los chicos del barrio.
Lunes 31 de mayo
El papá de Toni nos llevó a practicar tiro con rifle 22 y escopeta 16. Fuimos a las sierras, cerca de donde se encuentra el tanque de agua. Dicen que antes se realizaban reuniones en una especie de confitería que hay. Se practicaba tiro al platillo y al disco. Nosotros les tiramos a los pájaros; por suerte les erramos siempre. A lo lejos divisaba tanques de petróleo.
Miércoles 2 de junio
Al regresar del colegio tía Ana me tenía una sorpresa: papá me envió un giro para comprarme la bicicleta. Esta tarde sin falta iré a elegirla.
Sábado 5 de junio
Llueve. Tía Ana preparó tortas fritas para todos. Tomamos mate de leche. Nunca lo había probado. Me gustó mucho. Jugamos al truco hasta la hora de cenar.
Domingo 6 de junio
Tía me mandó a comprar al negocio de Giglio. En el camino me encontré con don Salvador R. Charlando sobre el barrio. Me contó que estas seis manzanas que comprende en la actualidad el barrio Guarnieri eran una parte de la propiedad de Arturo Guarnieri. La casa del otrora Agente Consular de Italia aún se conserva y está fuera del barrio. Pertenece en este momento a don Alisandro Hernández, "Méjico" como le llaman comúnmente. Relató que un día charlando con don Medardo M. (padre) pensaron que el incipiente barrio debía llevar sin duda el nombre del propietario inicial de todas esas tierras. Así, por tradición oral ha continuado llamándose así. Pensar que cada vecino del barrio posee un pedacito de historia me incita a indagar. Me prometo a mí mismo averiguar todo lo que pueda.
Martes 8 de junio
Me decidí. Visité la casa de Arturo Guarnieri. Actualmente está modificada por el propietario actual, valga la redundancia. Sin embargo aún se conservan algunos pisos de madera, una escalera interior y otros detalles que pertenecieron a la primitiva casa. También la pajarera continúa presidiendo el patio posterior. Observo el lugar que era destinado a bodega, ahora también modificado. Me di el gusto de sentarme en el sillón giratorio y acariciar el escritorio de roble que perteneció a don Arturo Guarnieri. En ese lugar aún se conserva la caja fuerte, ostenta una inscripción que dice: "DIRU ONTZIA" El Trueno ? Ind. Arg. Me contaron que las hijas de Guarnieri viven en Roca. Trataré de conocerlas.
Miércoles 9 de junio
Amaneció nublado. Después de clases y arrastrando los pies me dirigía a casa cuando me encontré con doña Emma Toranza, vecina del barrio. La saludé y le hice una pregunta trivial. Así, caminamos juntos. Es la primera vez que charlamos. Me contó algo interesante: la calle Cacique Catriel antes era el Callejón 7.
Jueves 10 de junio
Compré un plano de Allen. Efectivamente, la casa de Guarnieri está fuera del barrio. Me desorienta la situación, sobre todo considerando que barrio Guarnieri se llama así por tradición oral. ¿Por qué será? ¿Será porque esa parte se fraccionó después de que nombraran así al barrio?
Lunes 14 de junio
El sábado disfruté la bici. Llegué hasta el Lago Pellegrini por un camino que conocían los chicos. Pasando Fernández Oro nos desviamos y por caminos rurales y otras zonas que no conozco llegamos sin novedad. La pasamos bárbaro. El domingo estuvo recopado. Fuimos a practicar tiro al polígono. Me sorprendió la cantidad de premios que posee el Club.
Viernes 18 de junio
Se fue don Antonio R. a Italia. Gastón acompañó todo el día a Toni. Cenarán en la casa del primero. A la noche algunos chicos se quedarán en la casa de Toni para hacerle compañía.
Lunes 21 de junio
Pancho clasificó para las Olimpíadas Matemáticas Regionales. Hizo dos ejercicios bien de tres. Irá a Bariloche. Es un orgullo para todos los chicos. Tendrá que estudiar mucho, sobre todo Geometría, dijo preocupado él.
Jueves 24 de junio
Estábamos en casa de Toni, ahora el lugar obligado de reunión, cuando los chicos se acordaron que hoy es San Juan. Contaron que cuando eran chicos organizaron entre todos una hoguera, para la cual arrimaron ramas, y después bailaban alrededor a la luz de las llamas. Las chicas comentaban lo que habían escuchado en la radio sobre pruebas con las papas debajo de la cama, contaban algo así como: poner debajo de la cama una papa pelada, otra pelada por la mitad y otra sin pelar. A la mañana, sin mirar, tratar de sacar una papa. De acuerdo a la papa que saques así te va a ir en el año en cuanto al dinero. Contaron después la prueba del espejo. Lo mejor vino de la mano de las historias de contratos con el diablo. No se salvaron ni siquiera las parras los viernes trece a las doce de la noche. ¡Pavada de cita! Creo que cuando nos fuimos, todos sin excepción, mirábamos bien controlando que no nos siga alguien.
Sábado 26 de junio
Estaba sentado en la tribuna de la cancha de Unión mirando cómo don Paredes corta el césped del campo de fútbol y la dedicación que pone al hacerlo, cuando observé a un señor mayor que hacía lo mismo que yo. Se sentó a mi lado y entre otras cosas me contó que el Club Unión Alem Progresista nació de la fusión de los clubes: Leandro N. Alem (1916) y Juventud Progresista (1920) en el año 1934. El equipo de fútbol que se forma tiene una particularidad: los cinco delanteros se llaman José: Prospitti (Ñato Alonso), Petraca, Filipucci, Pottas y Montenegro. Después de los campeonatos de 1935 y 1936 se va José Petraca. En 1939 juegan cuatro José y ganan el campeonato en emocionante final con Huergo. Entre las glorias del fútbol de Unión me habla del "mago", como apodaron a Aldo Cornide, y de la fama que adquiere el Club cuyo equipo es nombrado como "los magos". Recuerda a Pedro Prospitti y su habilidad con la pelota. Rememora y detalla cómo Aldo Cornide le enseñó a jugar y logró que el esfuerzo, la práctica y tesón lo transformaran en un gran jugador. Cuando se forma la liga independiente: Liga Mayor de Río Negro y Neuquén, él queda libre y se va a jugar a Independiente, club que gana campeonatos ese año hasta transformarse en el Campeón de América. Disputa la Copa Intercontinental con el Inter de Italia, jugándose dos partidos como locales cada uno y empatan; se juega un tercer partido en España donde gana el Inter. Es elegido titular de la Selección Argentina que disputa en Brasil la Copa de las Naciones donde le ganan primero a Inglaterra y luego a Brasil; de esta manera se transforma en parte de un hecho histórico en el fútbol argentino. Luego, juega sucesivamente en Nacional de Montevideo, en un equipo brasilero, River, Millonarios de Colombia, Independiente de Santa Fe de Colombia y después regresa a la Argentina jugando a "préstamo" en Unión, San Lorenzo y Quilmes. Deja el fútbol y retorna a vivir en Allen. La emoción del relato, la vehemencia en la voz de este señor me conmueven. Cuando se fue, pregunté quién era. Don Marcos Lafita, me dijeron, un allense que hizo del fútbol su pasión, un dirigente que nos enorgullece. No sé por qué, pero sentí que mi pecho se ensanchaba. Me di cuenta que la memoria no es toda historia ajena, sino que a veces somos protagonistas y nos pertenece.
Domingo 27 de junio
Toda la tarde jugamos al truco. Los chicos organizaron un torneo, el premio para los campeones es un asado. Ganaron los dos G. Me toca pagar junto con los demás que perdieron.
Lunes 28 de junio
Recibí una pequeña encomienda. Papá me envió dos rollos de fotos con tomas de los lugares que visita. Es fabuloso. Las colocaré en las paredes de mi habitación. Ya tengo la aprobación de tía Ana.
Martes 29 de junio
Nos confirmaron: participamos el próximo fin de semana en un torneo de voley en Neuquén. Entrenamos motivados por el desafío. Estoy muerto. Comeré sólo pastas estos días.
Jueves 1º de julio
Sorprendí a las pequeñas del grupo conversando sobre qué es el barrio para ellas. Dijeron que cada vecino es un miembro útil del barrio y que la suma de esfuerzos individuales da por resultado una mejor calidad de vida para ese grupo humano, y por consecuencia se beneficia la ciudad por suma de barrios progresistas. Es importante tener en cuenta el bien común, la solidaridad, el respeto y otras cosas que son importantes, en resumidas: ser buenas personas ayuda mucho. Esto que decían las nenas me sorprendió. ¿Se habrán enterado los adultos de la opinión de los niños?.
Martes 6 de julio Pronto comenzarán las vacaciones. No es que esté cansado, pero...
Sábado 10 de julio
Nos vamos una semana con la tía a conocer (en mi caso) Bariloche, San Martín de los Andes y posiblemente Villa La Angostura.
Lunes 19 de julio
Pasé unos días hermosos. Saqué "tantísimas" fotos. Le enviaré una encomienda con todas ellas a papá para devolverle la gentileza.
Martes 20 de julio
Los chicos han puesto un lavadero de autos en casa de Toni. Como cobran barato siempre tienen algún auto para lavar y se rebuscan unos pesos.
Viernes 22 de julio
Los chicos hicieron un asado y comimos todos juntos. Yo colaboré haciendo ensaladas. Como hacía frío nos fuimos adentro. Primero comenzaron contando que en el sur, creo que en la provincia de Chubut, no entendí bien, la gente cree en la "luz mala" que aparece de noche en el campo. Según los distintos cuentos y las dotes del narrador a uno le da un poco de temor. Uno de los chicos contó que hablando con el Sr. Julio Kopprio y su hija Sandra le comentaron que se cree que donde está ubicado el autódromo era la zona donde se asentaba un cementerio indio y por eso, cada vez que se organiza una carrera allí "corre" un viento tremendo con mucha tierra; otro de los chicos dijo entonces: —¿Y qué me dicen del tetué? Una señora cuenta que una noche se apareció en su ventana un pájaro negro, grande; ella se asustó y bajó la cortina, pero no pudo dormir en toda la noche. —Es cierto —dijeron otros chicos. Resulta que otra señora lo vio y lo invitó a tomar mate al otro día a las cinco. Cuando dieron las cinco del día siguiente apareció un viejito a tomar mate; la señora había colocado una tijera abierta debajo de una silla y allí le indicó que se siente; el viejo no podía irse hasta que la señora no le dio permiso para que se levante y así pudo descubrir quién quería hacerle un daño. Estábamos en esta parte del cuento, cuando de golpe entran dos encapuchados diciendo que era un asalto y nos piden la ropa y todo lo de valor que tengamos. A toda velocidad, yo entregué todo menos el calzoncillo. Uno de los chicos no quería entregar las zapatillas porque eran nuevas, se las habían comprado esa mañana. Otro lloraba del susto y pedía que no le hagan nada. Yo temblaba de miedo y faltó poco para que me arrodille. En medio de nuestro susto, los asaltantes se largan a reír y se sacan las máscaras; eran dos de los chicos que sin que nos diéramos cuenta se habían ido a disfrazar y volvieron para darnos un susto. Yo me hice el tonto y fui al baño, casi me mojo encima. De todas maneras, al irme para casa, esperé que otro chico se fuera para el mismo lado.
Sábado 23 de julio
Aún nos estamos riendo del susto de ayer, bueno, ahora porque es de día, que si no...
Domingo 24 de julio
Terminan las vacaciones. Mañana a clase.
Martes 27 de julio
Comienzan los paros docentes. Serán tiempos difíciles, dicen. Es por cuestiones salariales y otras cosas más.
Miércoles 28 de julio
Como no tenemos clase, no tengo nada para estudiar, entonces nos fuimos en bicicleta hasta el autódromo. Dimos una vuelta. Es bárbaro. Cuando nos aproximamos a los boxes vimos varias personas y nos acercamos a conversar con un señor, mejor dicho, yo me acerqué, los chicos se quedaron organizando otras vueltas. Se llama Hernán Otero. Yo para romper el hielo, le pregunté por las carreras de autos, él me contó, más o menos lo siguiente: en 1961 varios vecinos de Allen fundan el Allen Auto MotoClub, siendo Eduardo Svampa el primer presidente. El 1º de octubre de ese año se realiza una carrera de Ford T que fue todo un suceso, en la pista del Aero Club. Luego, hacen una pista en la costa en forma de óvalo de tierra compactada del mismo tipo que la mencionada. En 1963 se corren las "tres horas de Allen" para turismo mejorado. Los hombres que siguen trabajando por el automovilismo en la localidad sueñan con carreras de "turismo de carretera en ruta abierta" por el Campeonato Argentino, lo que se concreta participando famosos pilotos. En 1967, se distingue Allen como "Capital Tuerca del Comahue". Esta carrera trajo novedades: las clasificaciones se hacían en ruta abierta a "kilómetro lanzado" en el acceso Biló; además, se compactaba la ruta de tierra y la regaban con cloro que donaba Indupa de Cinco Saltos, toda una novedad que consolidó su fama. Estas carreras de T.C. se repiten en 1968 y 1969. En este año se adquieren 455 hectáreas en este lugar, en la Barda Norte límite con Fernández Oro a la Sucesión de Balbina Pérez. El 3/5/70 se inaugura este autódromo: "General Enrique Mosconi" con imprimación de cloro porque no se pudo terminar el asfalto, le faltaba la carpeta final, con la competencia Sport Prototipo. Este circuito que hoy ustedes recorrieron todo pavimentado está estratégicamente ubicado y reúne características naturales de seguridad ya que tiene más de cuarenta metros hasta el alambrado perimetral, contando 12 m en rectas y 15 m en curvas. En 1976 se logran pavimentar en carpeta asfáltica en caliente 3.650 m. Fue famoso en todo el mundo porque tiene todos los aditamentos deportivos automovilísticos: tramos de velocidad, trabados, sector de mixto, zona de tobogán y subida y bajada. Desde 1986 hasta 1992 se vivieron las jornadas más memorables del turismo nacional en todas sus clases: autos de fórmula en mecánica argentina 2-3-4 y 1; turismo de carretera; TC 2000. En 1992, el año pasado, se realizó una competencia de TC 2000 y se inauguró el resto de 1300 m en asfalto caliente. Fue un día de viento y tierra como el de la inauguración. Esta pista fue diseñada por Domingo López Oribe, de la cual hemos estado siempre orgullosos. Cuando regresé a casa, pregunté a tía si teniendo tantas cosas importantes por qué los allenses se quejaban siempre; ella me contestó: sigue buscando respuestas, la hallarás tú solo. Debe ser cierto que lo esencial es invisible a los ojos.
Viernes 30 de julio
No hice nada en la escuela. Tuve sólo una hora de clase.
Sábado 31 de julio
Mamá y papá recibieron mis fotos. Entendieron mi indirecta por lo que dijeron. Yo me hice el tonto.
Lunes 2 de agosto
El lavadero de autos va viento en popa. Ayer aprendí a lavar yo también, al menos a colaborar.
Martes 3 de agosto
Me encontré con la Sra. Felipa Recalde de Villar que me habló de los distintos planes de vivienda del barrio. Prometió mostrarme documentación sobre el nombre de la calle Catriel. Dijo tener una copia de la Ordenanza. Yo me dirigía a la casa del Sr. Jorge Diazzi para que me hable del Hospital Regional de Allen, ya que él nació allí en 1939. Fue muy amable, me atendió respondiendo a todas mis requisitorias, contándome además otras historias que me dejaron maravillado. Me pasaría horas escuchándolo. El proyecto original del Hospital, data de 1912. En 1914 aún no habían comenzado las obras, pero en 1916 ya estaban terminados los edificios. La inspección informó irregularidades por lo que el arquitecto responsable fue exonerado y los contratistas tuvieron que arreglar lo que estaba deficientemente construido. En 1925 recién puede usarse para atender la salud pública. El diseño y planos fueron elaborados por dos ingenieros de Berlín y dos de Berna que los realizaron teniendo en cuenta para su construcción lo más avanzado en medicina y tecnología sanitaria, siendo el único en su tipo en la Patagonia por sus características y complejidad. Me describió con minuciosidad pasmosa cada uno de los tres pabellones, hasta me habló del pozo de agua surgente y del desagüe de las aguas servidas. Una memoria extraordinaria. Agradezco al Sr. Diazzi todo lo que me contó. Tomé debida nota de todo ello.
Miércoles 4 de agosto
Hoy tampoco tenemos clase. Hay paro docente. Los chicos están contentos. Yo no comparto su alegría. Soy una víctima de quienes tienen fuerza y poder.
Miércoles 5 de agosto
Fuimos a andar en bicicleta. Visité el Hospital. Admiré la escalera del edificio central, comprobé el deterioro de otros pabellones y pude ver las nuevas construcciones. —Por supuesto. Se renovaron algunos edificios y se descuidaron otros —dijo mi tía—. El predio tampoco tiene las dimensiones iniciales. —Claro —dije—, pero... ¿por qué no restauraron los antiguos y los recuperan para su uso? —Hijo, está en pie lo que el tiempo ha perdonado. Para que este Hospital se construya en Allen fue decisiva la presencia de don Patricio Piñeiro Sorondo aquí y la de su hermano Miguel en Buenos Aires. Cuentan la siguiente anécdota como cierta: "Desde Buenos Aires llega a casa de don Patricio un funcionario encargado de establecer el lugar donde se construiría un Hospital Regional. Obra tan estratégica no podía ser desaprovechada, así es que el funcionario se hospedó en 'Los Viñedos'. Don Patricio lo llevó a Neuquén un día de viento y tierra. Visitaron Roca un día de intensa lluvia. Luego, le propuso un terreno en Allen, el cual fue conocido por el funcionario un día soleado. La elección fue obvia. "El terreno donde se construyó el hospital, 10 hectáreas, fue donado por los señores Joaquín Portela, Juan Saporitti y Arturo Olmos inducidos por don Patricio Piñeiro Sorondo".
Viernes 6 de agosto
Estábamos en la esquina charlando desganadamente, aburridos. Entonces llegan Gaby, Pancho y Edgardo riendo: —¿No saben? —dice Gaby. —¿Qué? —pregunto interesado. —Lo que pasó en el colegio. —No. ¿Qué? —Tiraron una bombita de olor y tuvimos que salir todos al patio. No pudimos volver al aula. Nos cambiaron a otra para la clase de Matemática. De todas maneras, Lengua e Historia zafamos. —¿Quién fue? Ahora nos controlan mucho. —Estaban las ventanas abiertas. Alguien pasó en bicicleta y la tiró para adentro. Pegó en la pared y rebotó con tan mala suerte para Julio que explotó en su cabeza. Lo tuvieron que mandar a la casa. Tenía un olor en el bocho que no se aguantaba. Todos reíamos con los detalles que contaban. Don Anselmo nos miró sonriente mientras pasaba caminando. De pronto, sin previo aviso, se vuelve sobre sus pasos y nos dice: —¿Saben chicos, lo que ocurrió una vez cuando yo era director del colegio Mariano Moreno? —No, señor —contestamos a coro. Algunos chicos se pusieron de pie. —Un día, proveniente de un segundo año, escuché un gran alboroto, pronto todos estaban en el pasillo. Alguien había tirado una bombita de olor. Salieron al patio tosiendo y riendo. Rato después, con la celadora y la profesora presentes, comenzó la indagatoria para descubrir al responsable. Insistimos durante el resto de la mañana, hasta amenazamos con amonestaciones colectivas, con avisos a los padres. Nadie se hizo responsable. Pienso que hay que ser muy valiente para, en circunstancias como las expuestas alguien reconozca: fui yo. Y nadie, en su condición de alumno actuó de delator. Sonrió y continuó su paseo diario. El es don Anselmo Alvarez.
Martes 10 de agosto
He logrado algunos datos de don Arturo Guarnieri, para esto, fue menester ir hasta General Roca para entrevistarme con la Sra. Elsa Guarnieri, previa cita concertada por teléfono. Es una señora muy amable. Fue profesora en el Colegio Mariano Moreno en la época que don Anselmo era director. El origen de la familia Guarnieri está en Nápoles (Italia). Cuatro hermanos: José, Francisco, Roberto y el menor, Arturo. Arturo Guarnieri llegó a Allen en 1909 a la edad de catorce años. Estudió en la Escuela Industrial de Bahía Blanca. Participó en la Primera Guerra Mundial. Luego regresó a la Argentina. Se casó en 1929 con Ernesta Elisa Josefa Fava. Poseía una quinta paralela a las vías del tren, al verlo pasar le decía a su hija: "Es la civilización que pasa". Recuerda su hija que poseía muchas colmenas y la miel extraída era exportada a Inglaterra. En la quinta había plantaciones de perales, vides y ciruelas. La casa era una construcción pintada de color amarillo oro con una galería terracota. La pajarera del patio aún se conserva. Junto a la casa estaba la bodega. Al fallecer su hermano Francisco es designado Agente Consular, cargo que ejerce hasta su fallecimiento. La quinta de propiedad de don Arturo Guarnieri se fracciona luego de su muerte, aunque don Antonio Ruggiero dice que se instaló en estas tierras cuando aún vivía el propietario.
Los datos que he obtenido no son muchos, pero con ayuda de la profesora Sra. Viviana Suárez creo que podré ordenarlos para armar una pequeña biografía.
Miércoles 11 de agosto
Hoy sin querer encontré un San José en la Capilla del mismo nombre que, según referencias obtenidas de una señora, fue donado por don José Escales a la Iglesia Santa Catalina que se demolió. Dicen que fue traído de España con la intención de ser donado a la primera iglesia que se edifique en la localidad, promesa que don José cumplió.
Lunes 16 de agosto
Todos los chicos del curso fuimos a pasar el día a una chacra. Nos divertimos un montón. Estuvo recopado. Estoy muy enamorado de una compañera. Le voy a pedir a Valeria y Pancho que me hagan gancho.
Martes 17 de agosto
Estaba tan contento que apoyé la bicicleta en el borde de la pared, al lado de la vidriera. Desde adentro se veía muy bien. Fui a hablar y en ese momento vi que alguien se acercó a la bicicleta emprendiendo, montado en ella, veloz carrera. Corrí tras él sin pensar en nada más que en mi bici. Y corrí tras el ladrón. Tenía un pantalón vaquero y un pullover marrón. Su cabello largo se movía en incesante vaivén como diciéndome: "alcanzáme si podés". Tenía un compañero. Se están alejando. Necesitaba alcanzarlos. Quité la bicicleta a un niño, gritando que la devolvería. Ya no los veía. Empecé a preguntar... a preguntar. No. Nadie vio nada. No. Sólo movimientos negativos con la cabeza y la imagen que se repetía de bocas diciendo siempre "no". La frustración me invadió. Vi negro. Devolví la bicicleta que tomé obligadamente. Llegué corriendo a casa a buscar algo, un cuchillo, no se me ocurrió otra cosa, tía no tiene armas. Buscaría al ladrón. Sí. El cuchillo grande de la cocina. No podía perder mi bici, no es justo que me la arrebaten. El llanto oprime mi garganta y me acompaña con sonidos discordantes. Corro. Cruzo la pasarela y me encuentro del otro lado del canal. Y allí... ¿hacia dónde? Busqué. Todos me miraban. Tal vez mi imagen no inspire miedo, pensé. El dolor del pecho se hizo más intenso. Regresé a casa con el cuchillo colgando de mi mano izquierda, no vaya a ser que se entere la otra. Sentí que el vacío me ganaba. Ya no era sólo frustración. Era rabia, dolor, miedo. ¡Miedo! Y me quedé pensando... Tendría que aprender a convivir con eso. Arrastrando los pies fui a la Comisaría a realizar la denuncia. Me esperaban horas de revivir constantemente lo que me había pasado. Pensaba ver el libro de fotos. Quería reconocerlo. Decir: ¡Aquí está! Ver de nuevo su cara, y después ¿qué? ¿Recuperaría mi "bici"? Sentado en el duro banco de la Comisaría miro los rostros de quienes como yo esperan una respuesta y también veo las manos vacías de los policías.
Miércoles 18 de agosto
El robo de la bicicleta me trastorna más de lo que quisiera. Me siento mal. Recordar me parece aumentar mi masoquismo. Siento que mi propia tortura me supera. Necesito a mis padres.
Viernes 20 de agosto
Los chicos organizaron un asado y luego un fogón. Sé que tratan de distraerme. Bebo más de la cuenta. Me doy cuenta que tengo problemas para controlar algunas situaciones. Tomo hasta perder toda noción.
Sábado 21 de agosto
Papá y mamá me llamaron por teléfono. Les conté lo que me pasaba. Trataron de confortarme. Creo que no entendieron la importancia que tuvo para mí el hecho. Me siento incomprendido.
Lunes 23 de agosto
El Centro de Estudiantes está organizando la fiesta. Me enteré que en Allen se organiza la Fiesta Provincial del Estudiante; de hecho, es su sede. Voy a colaborar. Los chicos me hablaron de "La noche de los lápices". Voy a alquilar la película y la veré con los chicos.
Martes 24 de agosto
Los docentes se ven obligados a continuar con medidas de fuerza, nos dijeron. Siguen en su lucha. No todos hacen paros. Tendrían que probar un paro a la japonesa.
Sábado 28 de agosto
No me llaman por teléfono. ¿Estarán enojados por lo que les dije la semana pasada? Encontré algunos datos sobre Arturo Guarnieri. Tengo que acomodarlos. Pienso continuar mi investigación. Dicen que se encuentra la verdad cuando uno intensamente desea hallarla. Continúo mis búsquedas personales, quiero hallar mi verdad.
Domingo 29 de agosto
No he podido divertirme. Estoy intranquilo y me siento un aguafiestas.
Martes 31 de agosto
Fui a comprar hojas de carpeta a la librería y don A. Sánchez me contó que él vivió en el barrio nuestro. Se acuerda de la cancha de bochas que había frente a la casa de Marinozzi, calculo que estaría ubicada donde ahora es un espacio verde con árboles como una plazoleta. Me contó que aún guarda una botella de 2 litros de vino tinto fabricado en la bodega de Guarnieri. Me habló también de la Cooperativa Frutivinícola Millacó.
Miércoles 1º de setiembre
Recibí este telegrama:
"Mamá falleció explosión. Regresa a Buenos Aires para encontrarnos. Allí te daré detalles. Te quiere Papá".
Jueves 2 de setiembre
La noticia me dejó alelado. No sé qué siento. Sí. Percibo un vacío inmenso ¿en el estómago?, ¿en el corazón? Un dolor agudo, lacerante me domina y como un shock eléctrico me recorre entero. Quisiera gritar, aullar como un animal herido. No sé qué me detiene, qué sella mis labios, qué oprime mi garganta, qué oscuridad domina mi cerebro y paraliza la máquina de mi cuerpo. Quisiera llorar y gritar, pero no puedo. Percibo la parálisis que se apoderó de mi voluntad. Mis sentimientos: ¿dónde están? Las ingratitudes avanzan delante mío. Miro hacia atrás y sólo veo lo que quise ver. Como todos. Como los otros. Y allí está mi niñez. Los ojos vacíos. No veo. Una luz blanca, muy blanca mutilando la oscuridad. ¡M A M Á!
Viernes 3 de setiembre
El valle está pintado en blanco y rosa. Perales y manzanos en flor. Es bello. Me gustaría que lluevan pétalos de rosas por mi madre, blancos, rojos, amarillos, de todos colores, un festival de alegría para recordar su risa fresca. Siento la congoja que asfixia mi corazón y cada latido de él es un homenaje de amor. Quisiera saber si en el vuelo peregrino de las almas, la de mi madre ¿podrá hacer una parada en alguna esquina para simular una despedida? ¿O tal vez, errante, permanecerá en las sombras, oculta a mi mirada, contemplando mi dolor y acompañando mi duelo sin poder alcanzarme consuelo? ¡Quién pudiera extender las manos y atrapar el tiempo! Conservar entre ellas como un cálido nido esos momentos que queremos sean eternos... Mamá: ¿por qué me dejaste? ¿No ves que aún no estoy listo? ¡Tengo tanto miedo! ¿Sabés que papá te buscará en mis ojos? ¿Quién cuidará nuestras soledades? ¿Quién reirá con nuestras chanzas? ¿Quién puede explicar lo inexplicable de nuestras vidas? ¿Quién colmará la incertidumbre de mi vida? ¿Quién acompañará este futuro que se transforma para ser sólo hoy? Siento que he perdido las respuestas...
Domingo 5 de setiembre
A tantos meses de mi arribo y ya con las valijas listas para regresar a Buenos Aires. Ya nunca seré el que fui. "Cada uno es responsable de su propio crecimiento", decía mi madre. Diario: lo que comencé como un desafío, a veces con rabia, otras porque necesitaba un confidente que no me haga reproches, me repruebe o sea suspicaz, ahora canaliza mi necesidad interior, tal vez un poco masoquista. Recorro tus páginas y puedo sonreír o sonrojarme, reír o llorar. Compruebo que la historia va y viene. Después de medio millón de días, ¿quién se acuerda lo que hiciste? La familia, los amigos. Lo que perdura es el afecto.
Buenos Aires, 10 de diciembre
He meditado mucho. Siento que mamá no sólo me dio la vida, sino que tuvo la percepción necesaria para darme pertenencia a un lugar. Todo árbol tiene raíces. A mí me faltaban. Era un vagabundo errante en un mundo superpoblado de frías estrellas. He encontrado otro sustento que justifique mi existencia. Mamá no sólo apreció mis falencias, me dejó en tía Ana un refugio seguro. Creo que la Naturaleza siempre inspiró a mamá, en ella reside la respuesta sabia. Debo aprender a mirar y ver. Decidí ser periodista, como mamá. Siento que retornaré algún día a Allen, como el viento, como la nostalgia, como la lluvia cálida que moja el vidrio de mi ventana y marca surcos de perdón y olvido. Abrí mis valijas. Me acompaña mi sombra y frente a mí, yacen sentados mis fantasmas.
Bibliografía Barthes, Roland, Análisis estructural del relato, Buenos Aires, Editorial Tiempo Contemporáneo, 1974. Bratosevich, Nicolás, Métodos de análisis literario, Buenos Aires, Hachette, 1980. Propp, V., Morfología del cuento, Buenos Aires, Goyanarte, 1972. Vapnarsky, César, Pueblos del Norte de la Patagonia 1779-1957, Gral. Roca, Edit. de la Patagonia, 1983. Mariani, María Inés, “Tesis de Licenciatura en Historia”, Allen. Silenzi, Luis, “Allen, relatos e historia”, Allen. Escuela Mariano Moreno, Libro histórico y otros datos. Escuela Nº 222, “Compendio histórico de la ciudad de Allen”, Allen, 1971. Actas Municipales de la ciudad de Allen: 1916-1958. Municipalidad de Allen, archivo de Catastro sobre antecedentes, loteos y frac. de la Quinta Guarnieri. Archivo: Inmobiliaria Silver. Archivo de Actas y/o Ordenanzas, H. Concejo Deliberante de Allen. Material periodístico: Diario Río Negro y La Voz Allense. Planos de la ciudad de Allen.
La presente lista es nominativa, no exhaustiva.
Testimonios orales: Sra. Enilda T. de Alvarez, Sr. Anselmo Alvarez, Sra. Elsa Guarnieri de Yaper, Sra. Emma Toranza, Sra. Felipa Recalde de Villar, Sr. Gregorio Maza, Sr. Jorge Diazzi, Sr. Jorge Scagliotti, Sr. Marcos Lafita, Sr. Luis Silenzi, Sr. Eduardo Del Brío, Sr. Hernán Otero, Sr. Antonio Rugiero, Sr. Alisandro Hernández y Sra., Sr. Omar Sánchez y Sra., Sr. Salvador Rotella, Sr. Medardo Marinozzi, Sr. Antonio Sánchez, Sra. Mercedes Amieva de Boyé, Sr. Eduardo Svampa, Sra. Nelva C. de Poblete, Sra. Elena Escales, Sra. Rosa Herrero, Sra. María Inés Mariani, Sra. Norma Alonso, Sr. Julio Kopprio, Srta. Sandra Kopprio, Sr. Fernando Pazzarelli, Sr. Hugo Gentili.
Biobibliografía de la autora
Elisa Ofelia Pérez de Oscar nació en Capital Federal en vísperas de Nochebuena. Se recibió de Maestra Normal Nacional en la localidad de El Bolsón (Río Negro). Ejerció la docencia en dicha localidad y en la ciudad de Allen (Río Negro), donde reside desde 1980.
Ha participado en numerosos concursos de poesía y narrativa, obteniendo las siguientes distinciones:
Poesía:
Mención por el poema “Maestro rural”, Edit. Altair, Bahía Blanca. Antología: “Un canto...”, II. Mención por el poema “Tani”, Edit. Altair. Antología: “Un canto poético a la vida”, I. Mención Especial Poesía “Añoranzas”. Antología 1998, E.C.E.I., Chacabuco, Bs. As. 7° premio, poesía: “Atardecer”, Tercer Concurso Nacional de poesía y narrativa del año 2000, E.C.E.I., Chacabuco, Bs. As.
Narrativa: Finalista en el IX Certamen de Poesía y Cuento Corto de Editorial Argenta. Seleccionada para integrar la Antología en Narrativa 1996, Edit. Círculo de Escritores Independientes, Chacabuco, Bs. As. Ha publicado: Huellas de Abril (narrativa, cuentos cortos, Suburbio Ra, 1998). Los chicos del barrio (narrativa, Suburbio Ra, 2000)
He leido el libro y me llené de recuerdos de Allen.Yo vivi allí 5 años, los mas lindos vividos.Fui a la escuela primaria 153 .Aún conservo amigos de esa época con los cuales comparto hermosos recuerdos cada vez que voy al valle. Siempre digo que Allen es mi cable a tierra adonde acudo cada 3 o 4 años a cargar pilas . El año que viene se cumplen 50 años que dejé esas tierras .El leer el libro me transportó por un ratito a mi barrio y a mi gente.Gracias por este bonito regalo.
Gracias a vos Beatriz por compartir tu recuerdo! saludos