Un desierto muy poblado (VI)

La zona donde se asienta nuestra ciudad fue tal vez un lugar de paso en las largas travesías comerciales ya que no hay indicios de asentamientos.

La referencia de la existencia de una laguna aparece en el relato que hace el coronel Manuel Olascoaga en su “Estudio Topográfico de La Pampa y Río Negro”: “Junio 9 de 1879. Diana a las 6 a.m.: Tiempo nublado; amenaza lluvia (…). A las 11.15 a.m. hemos andado 3 leguas y llegamos a un sitio que parece una parada ordinaria de los indios. Hemos tenido el gusto de encontrar aquí tres manzanos que parecen plantados por la mano del hombre, por la alineación y equidistancia en que se hallan. Al mismo tiempo se nota el abandono de la mano de los indios; pues deben haber perdido totalmente su propiedad de nutrición frutal, por el vicio de ramaje que se les ve y que revela no haber sido podado en un siglo. Almorzamos a la somarra de estos manzanos que considerábamos con cierta simpatía como trasuntos de civilización pasada, o como huérfanos en estos agrestes lugares. Continuamos por campo llano siguiendo el rumbo suroeste siempre paralelo a la dirección que aquí trae el río, y a las 12,30 acampamos cerca de otra laguna de buen agua que rodean algunos sauces. Este sitio se llama Huaique – Nelo cuya traducción es: “tiene sauces”. Contamos con agua y leña en abundancia, pasto muy bueno aunque escaso. A las 1 p.m. principió a llover; acampamos 2 horas después. Hemos tenido menos frio que en los días anteriores; en la noche el termómetro bajó a 1 bajo 0. La distancia recorrida desde Tisque – Menocó, ha sido de 41 leguas y media”. Para la agrupación Newen Kom la “traducción” del nombre de laguna es un error ya que huaique significa punta de lanza (o la lanza en si) y nelo es detener. Se podría hablar entonces de dos significados relacionados: el que tiene la lanza o que tiene forma de lanza. También para esta agrupación la tradición oral indica que el paraje tendría comunidades fijas por lo que tal vez Huaique Nelo no haya sido zona de paso. Los tres manzanos a los que se refiere Olascoaga estarían en la chacra de Miguel Piñeiro Sorondo, establecimiento denominado “El Manzano”. Está propiedad estaba ocupada por Samuel Piñeiro Pearson quien a través de una Fundación quería preservar la historia del lugar y otros bienes de colección propia además crear un museo para la comunidad.

Laguna en la chacra "El Manzano"

Durante un tiempo el Municipio coordinó desde su área de Turismo visitas guiadas para el público en general, sin embargo, en el 2008 no se continuó. Después de varias tratativas con el nuevo intendente, Samy, como se lo conoce en la localidad, ofreció el proyecto al municipio de General Roca, quienes aceptaron llevarlo adelante. Existe en el lugar una amplia laguna sin nombre y los tres manzanos desaparecieron al vender la propiedad a Cifuentes, según información de Samy Piñeiro Pearson, la misma familia que compró la propiedad de Patricio Piñeiro Sorondo y derrumbó la casa donde existió la bodega “Barón de Río Negro.

Casa del establecimiento El Manzano

UN MUSEO EN MEDIO DE LAS CHACRAS

La ciencia todavía no ha logrado inventar una maquina para viajar en el tiempo. Pero al entrar a la chacra de Samuel Piñeiro Pearson quedan dudas si él encontró la formula y la mantiene oculta.

Todo el lugar es una gran muestra histórica, partiendo de la construcción de la residencia que data de principios del 1900. Distribuidos con muy buen criterio estético se encuentran ubicados en diferentes lugares: autos, maquinas agrícolas, motores, camionetas, radios, televisores, maquinas de escribir, teléfonos, etc. Muchos todavía funcionan y con algunos ha viajado a distintos lugares de la región.

OLYMPUS DIGITAL CAMERA

Este es un trabajo que Samy comenzó hace mucho tiempo, de a poco y estudiando mucho. Todo está restaurado artesanalmente, manteniendo de esta manera la esencia del objeto siempre presente.

Si bien Pearson es un confeso amante de los autos antiguos esto no lo hace con un fin lucrativo. “Lo único que quiero es que cuando yo no esté, quede acá para la gente que lo quiera venir a disfrutar, por eso creamos una Fundación”.

(L. Stickel para "Allen... mi ciudad", 2009)

Samuel Pearson

Autos antiguos para toda la familia

El pasado domingo 23 de agosto, en el Anfiteatro Municipal, se realizó una muestra de autos antiguos que la garúa y el mal tiempo no pudieron empañar. Pasadas las 15 hs los primeros autos empezaron a llegar al lugar y la exhibición fue tomando color lentamente.

Los primeros en acercarse fueron los integrantes del “Grupo de Antigüedades Móviles Allen”, quienes además de participar, organizaban el evento. Más de 15 autos antiguos, estacionados uno al lado del otro, mostraban una postal del Anfiteatro distinta a la que estamos acostumbrados a ver. Los colores rojos, verdes, celestes, amarillos y azules de las carrocerías contrastaban con un cielo gris que amenazaba con caerse a pedazos.

De a poco se fueron sumando autos de distintos puntos de la ciudad y de las localidades vecinas. De Cipolletti se hicieron presentes los grupos de fanáticos del Ford Falcón y del Fiat 600. Nueve autos en total formando una colorida caravana desde el ingreso de la ciudad hasta llegar al Anfiteatro Municipal.

Finalmente el mal tiempo no consiguió desanimar a quienes disfrutan de los más de 30 autos y la jornada llegó a su fin con un balance positivo, ya que no solo se vio un espectáculo para especializados, sino que también lo disfrutó toda la familia “Pensamos que el mal tiempo iba a terminar ganando, pero por suerte la gente nos acompañó de todas formas. Deberían haber venido más vehículos de otras ciudades, pero la lluvia los obligó a quedarse. En general el balance es positivo y esperamos que en octubre la gente nos acompañe de la mejor manera posible” reflexionó Francisco Quiroga, presidente del “Grupo de Antigüedades Móviles Allen.”

Cabe recordar que el motivo de esta exhibición fue brindar un anticipo de las actividades que se llevaran a cabo el mes de octubre próximo, bajo el marco del centenario de la ciudad. Se trata de un encuentro regional en el que se realizaran pruebas de regularidad y habilidad conductiva, que aún está en etapa de organización.

(L. Stickel para "Allen... mi ciudad", 2010)

LA COUPECITA DE FELIX PEDUZZI

Felix Peduzzi fue uno de los corredores de autos más importantes del país. Corrió y ganó carreras en todas las categorías del automovilismo argentino. Uno de sus más importantes autos, una coupecita Chevrolet del 39´ roja y amarilla, fue recuperado y restaurado a nuevo por un ciudadano de Allen. Samy Pearson lo sumó a su colección de más de sesenta autos antiguos y lo atesora como uno de sus favoritos.

En una chacra alejada del casco urbano de Allen se encuentra un lugar atípico y poco conocido por la mayoría de los habitantes de la región. Las antigüedades están por todo el lugar, radios, televisores, teléfonos, muebles, heladeras, maquinas agrícolas, pero por sobre todas las cosas están los autos. Más de sesenta coches antiguos, restaurados a casi nuevo, todos en funcionamiento y todos con su historia particular. Pero el motivo de nuestra visita fue una de las últimas adquisiciones de Samy Pearson. Lo compró hace tan solo tres meses, a una persona de la zona que lo tenía abandonado en un depósito. Se trata, nada más y nada menos, que de la coupecita Chevrolet 39´ del famoso piloto Feliz Peduzzi. Éste fue el segundo auto de tres que tuvo el piloto por aquella época. Feliz Peduzzi fue el uno de los primeros pilotos en modificar un auto de estas características. El primero que tuvo fue llamado “El Cuadrado”, debido a las modificaciones de carrocería que sufrió el vehiculo. El segundo fue uno de los más importantes en su carrera automovilística. Se trata de la coupecita roja y amarilla que compró Samy Pearson. Con el número siete en sus puertas, Felix Peduzzi, ganó la vuelta de Allen de 1965. El motor de este automóvil es de marca Chevrolet y, anteriormente, estuvo montado sobre el chasis de un Turismo Carretera con el que Félix ganó el Gran Premio de 1962. Se Trata de un seis cilindros en línea que ahora al colocarse sobre el chasis Chevrolet modelo 1939, debió correrse quince centímetros más atrás.

JUAN-FELIX

También junto con él llevó a su embrague, volante y cubre volante, pero para este chasis resultó ser muy voluminoso, debiéndose apelar a las mañas y picardía criolla de los mecánicos para poder ubicarlo. . La propulsión es ejercida por un diferencial de pick-up Chevrolet modelo 1964; el embrague es de disco único seco y la caja de cambios Chevrolet con engranajes realizados por el especialista Sáenz, con tres velocidades para adelante y una de retroceso. La carrocería es de Chevrolet 1929 reformada y reforzada debidamente. En el interior tiene paralelo al techo y laterales un caño de acero sin costura como previsión contra vuelcos que en sus extremos va asegurado a los largueros del chasis. El peso de este aparentemente liviano auto es de 1260 kilos. Este auto tuvo la suerte de que en su camino se cruzara Samy Pearson, una persona que ha dedicado gran parte de su vida a rescatar del olvido y el descuido grandes valores históricos. Y la coupecita roja y amarilla (ahora solo roja) de Felix Peduzzi es un claro ejemplo de ello ya que parecía estar destinada a juntar polvo en un antiguo depósito. Ahora el rojo de su carrocería es más fuerte que nunca y el motor volvió a rugir como hacía mucho tiempo no lo hacía. (L. Stickel para "Allen... mi ciudad", 2009)

 Algo más...